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"Él perdona todos tus pecados" (Salmo 103:3)

Este versículo encierra una promesa hermosa que está en la línea del carácter de Dios y de lo que desea ofrecer a la humanidad de manera incondicional, algo que David experimentó y vivió de manera personal, por eso la seguridad con la que escribe.

Fue en la Edad Media, donde surgió un concepto erróneo de distinguir entre "pecados veniales" y "no veniales", diferenciación que ha servido para abuso y exclusión.

Lo más bello de este texto es la expresión "todos". ¿Hay algún pecado que Dios no perdona? No, Dios perdona todos nuestros pecados, porque entiende perfectamente nuestra naturaleza pecaminosa y siempre está dispuesto a redimirnos y librarnos de nuestra pecaminosidad.

El llamado "pecado imperdonable", no es porque no se pueda perdonar, sino porque las personas no aceptan el perdón de Dios, porque no permiten ni quieren la acción del Espíritu Santo en sus vidas, lo que Jesús llama "blasfemia" (es decir, una acción absurda).

Mientras tengamos vida podemos acudir a Dios y él nos perdonará y hará, metafóricamente lo que dice el profeta Miqueas: Dios "arroja al fondo del mar todos nuestros pecados" (Miqueas 7:19), y vuelve a usar la expresión "todos". Esa imágen es poderosa, cuando se tira algo al fondo del mar, es símbolo de olvido, de no volver a buscar. Lástima que exista gente que le gusta "bucear" en ese mar, para investigar los pecados ajenos.

Dios tiene una memoria autolimitada. Cuando nos perdona, lo olvida. No nos está recordando continuamente el error que hemos cometido, tal como les gusta hacer a algunos seres humanos. No saca un pecado del pasado y lo presenta para humillarnos. Simplemente, perdona y luego, olvida. ¿No es maravilloso nuestro Dios?

El perdón implica olvido y dejar ir. Dios tiene esa capacidad. Debemos orar para desarrollar la misma capacidad, de otro modo, nos convertimos en personas que no nos libramos nunca.

¿Qué haces con el error ajeno y con el propio? ¿Estás dispuesto a refugiarte en el perdón de Dios?

© Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013 Del libro inédito Salmos de vida

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