Más valiosa que piedra preciosa


“Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas!“ (Proverbios 31:10)

Ada María Isasi-Díaz (1943-2012)

Soy varón, nací varón, pienso como varón, vivo como varón, pero, no hay ningún mérito en eso, actúo simplemente de acuerdo al patrón genético que me fue dado y que nunca escogí, ni Dios escogió por mi. Es resultado de una conjunción de factores biológicos donde no interviene ninguna otra fuerza natural que las leyes que Dios mismo creó. Hasta allí, la mayoría compartirá conmigo. El problema que veo, es que algunos le asignan un valor a dicha prerrogativa y, al contrario, desvalorizan a quienes no son varones, como si el ser mujer no diera el mismo mérito que ser varón.

Se está estilando, de manera peligrosa además, el tildar a todos los que defiendan a la mujer y la igualdad que Dios nos da como “feminista”, y en algunos círculos cristianos, dicha palabra está adquiriendo ribetes peyorativos. El pensamiento extremo siempre busca la descalificación como herramienta de exposición de sus posiciones poco equilibradas.

Ada María Isasi-Díaz nació en Cuba y vivió la mayor parte de su vida en EE.UU. Se graduó en Historia Europea y luego estudió teología obteniendo un doctorado en Ética cristiana. Fue en esta última especialidad donde hizo sus mayores y mejores aportes, luchando, precisamente en contra de interpretaciones sesgadas de la Escritura que siempre han hecho lo mismo: Justificar la misoginia, androcentrismo e irrespeto a la mujer, utilizando la Biblia como herramienta de opresión.

Entre 1967 y 1969 sirvió como misionera en Perú donde pudo experimentar en carne propia la pobreza más extrema y la situación de esclavitud en la que vive, hasta hoy, una buena parte de las mujeres que son maltratadas y subvaloradas, simplemente por ser mujeres.

Pocos como Ada María se percataron de los efectos del sexismo en las religiones en general, y en el cristianismo en particular. Para distanciarse de las connotaciones negativas del feminismo, habló de “teología mujerista”, es decir, una teología que rescate a las mujeres como entes dignos.

La defensa de la igualdad no es un tema secundario, es el corazón mismo de la teología cristiana. Cristo vino a morir por todos y a rescatarnos de todo tipo de opresión, incluyendo la opresión sexista, misógina y androcentrista, porque en este tema cuando se entiende mal, pierden varones y mujeres.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013 Del libro inedito: Héroes de verdad 
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