Noche de paz


“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (Lucas 2:14)

Joseph Mohr (1792-1848)

La música es poderosa. Permite a los seres humanos expresar lo que con palabras no resulta posible. De muchas manera es un lenguaje que posibilita entrar en otras dimensiones de la sensibilidad humana. La música sana heridas, restaura relaciones, vincula personas, marca rumbos, ayuda a tomar decisiones y produce alegría. Por eso no es extraño que en todas partes del mundo, la canción más solemne y recordada para navidad sea el canto “Noche de paz”.

El poema lo creó Joseph Mohr, un sacerdote que era a la vez compositor. Fue hijo de una madre soltera, abandonada por quien fuera su padre, a pocos días de nacer el niño. Probablemente eso le dio una sensibilidad diferente a otras personas. Sin duda, las experiencias que vivimos nos van haciendo lo que somos.

Desde niño mostró dotes para la música y recibió ayuda de un benefactor que lo ayudó para que estudiara en buenas instituciones. Al ser adulto decidió convertirse en sacerdote. Cuando se ordenó al sacerdocio fue enviado como párroco a la remota aldea de Mariapfarr, donde en 1816 compuso el poema “Noche de paz”, expresando con palabras lo que él sentía respecto al nacimiento de Jesús. Al tiempo fue trasladado a la ciudad de Oberndorf donde se relacionó con Franz Xaver Gruber (1787-1863), quien era organista y maestro de la escuela del lugar. Joseph le mostró su poema y Franz le puso música, para ser interpretada precisamente en la noche de navidad. Fue dada a conocer el día 24 de diciembre de 1818. La melodía tiene elementos propios del folklore austriaco. La canción ha sido traducida a más de 300 idiomas y es una de las canciones de navidad más grabadas de todos los tiempos.

“Noche de paz, noche de amor”. Eso es navidad, el momento para recordar a Jesús, el niño de Belén, el obsequio del cielo para darnos a conocer que Dios y el cielo entero están a nuestro favor.

“Noche de paz, noche de amor”, es para decirnos que no debemos estar inquietos o ansiosos. En Jesús tenemos salvación y bajo su luz tenemos esperanza. Al cantarla este día y en especial esta noche, no olvides que es por Jesús que tenemos paz. Sin él, nuestra vida no tendría sentido.

“Noche de paz, noche de amor”.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013 Del libro inedito: Héroes de verdad

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