La raíz del cambio


“Debéis renovaros en vuestra mente” (Efesios 4:23)

Muchas personas hacen énfasis en la necesidad de tener buenos hábitos de vida, absteniéndose de todo aquello que pudiera dañar su cuerpo, y eso, está bien. Pero a menudo se olvidan de algo muy, pero muy importante. Los cambios, más trascendentes, no ocurren a nivel corporal sino mental. Es la mente la que domina todo. Si alimento bien mi cuerpo y descuido mi mente, es como tener un buen computador, con un diseño exterior extraordinario y descuidar la tarjeta madre y el procesador.

De la mente proceden todas las decisiones que tomamos, buenas o malas. Cuando se descuida nuestra mente, entonces, todo comienza a alterarse. Muchos le dedican horas, energía y recursos a alimentar bien el cuerpo, sin ocuparse de la misma manera en cuidar su mente.

¿Cómo cuidamos la mente? El apóstol Pablo continuamente hacía énfasis en la necesidad de la “renovación”. Eso implica que una mente que no está continuamente examinando sus ideas, reflexionando y exponiéndose a nuestos conceptos, termina siendo una mente anquilosada, que se detiene en prejuicios, conceptos erróneos y otros estereotipos que no ayudan a crecer.

Una mente sana cambia. Una mente enferma se niega a cambiar o a renovarse. En esto no hay término medio, una mente para mantenerse ágil y saludable, necesita el auxilio de nuevas ideas. Leer, estudiar, reflexionar, confrontar, exponer, dialogar, meditar, son ejercicios necesarios para renovar la mente. No hacerlo, es exponerse a quedarse en una mente estancada y ese no es el plan divino.

“Ocurre con la gente de mente pequeña lo mismo que con las botellas de cuello estrecho. Cuanto menos contiene, más ruido hacen al vaciarlas” (Alexander Pope)

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

MOTIVO DE GRATITUD 26: Me llena de alegría el poder dialogar. Una buena conversación es gratificante. Agradezco a Dios esa posibilidad que sólo los humanos gozamos
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1 comentario:

  1. examinar los comceptos que tenemos es algo decisibo en el desempeño de nuestra vida

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