Pasmado


“Señor, he sabido de tu fama; tus obras, Señor, me dejan pasmado. Realízalas de nuevo en nuestros días, dalas a conocer en nuestro tiempo” (Habacuc 3:1)

Habacuc debe haber sido una persona muy jovial y agradable porque sus padres decidieron ponerle “abrazar” o “abrazo”, expresión que traduce su nombre. Los niños recibían su nombre a los 12 años, así que tuvieron todo ese tiempo para darse cuenta que estaban ante la presencia de un niño tremendamente agradable.

Con el tiempo se convirtió en cantante del templo, cargo en el que eran elegidas las voces más privilegiadas de Israel, pero también, los que mostraban mayor devoción hacia Dios. El coro del templo tenía 300 voces y se dedicaban exclusivamente a la alabanza. Eso se observa en su pequeño libro que tiene apenas tres capítulos, muchos eruditos piensan que varias secciones de lo que escribió son cantos litúrgicos que o él compuso o copió de lo que se usaba en el templo.

El texto que da inicio a su libro nos introduce inmediatamente en lo que hay en su mente, una comprensión única de la grandeza de Dios, tal que lo deja pasmado.

Una persona queda “pasmada” ante algo que le resulta demasiado excelso como para poder declararlo en forma oral. De allí que el arte, es en muchos sentidos, un medio de expresión para el cual las palabras quedan cortas.

Dios es maravilloso, está fuera de nuestro alcance de comprensión. Definitivamente hay muchas cosas que no entendemos y tendremos toda la eternidad para poder conocer, lo que no hoy nos resulta extraño. Eso captó Habacuc y lo dejó pasmado, ¿qué captas tú?

“La grandeza de un hombre está en saber reconocer su propia pequeñez” (Blaise Pascal).

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

MOTIVO DE GRATITUD 3: Doy gracias a Dios por los hijos. La paternidad nos cambia, nos da una visión diferente de la existencia. Los hijos nos dan un antes y un después en la vida. Mery Alin y Alexis Joel, han sido el más preciado tesoro que Dios me ha regalado.

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