Pobre pero sabio

“Más vale joven pobre pero sabio que rey viejo pero necio, que ya no sabe recibir consejos” (Eclesiastés 4:13)

No es verdad que la edad necesariamente da sabiduría, en muchos casos, mientras más viejo más necio. Una persona que se niega a recibir consejos es alguien que no ha entendido que dos cabezas piensan mejor que una.

La sabiduría no es inteligencia sino la capacidad de entender cuál es la realidad de cada uno y aceptar positivamente sus posibilidades y reconocer sus debilidades.

Una persona sabia conoce sus limitaciones y entiende de qué es capaz. Por esa razón está dispuesta a aceptar orientaciones. No se necesita ser viejo para ser sabio. Muchos jóvenes resultan ser más sabios que muchos ancianos.

Un rey, por mucho poder que tenga, si se niega a aceptar consejos, se convierte en un pobre individuo que cometerá un error tras otro, simplemente porque se dejará envanecer por su terquedad y porfía.

La falta de sabiduría es fatal y lamentablemente, arrastra detrás de si a mucha gente que se deja engatuzar por personas que tienen poder, pero que no son sabias.

Jesús tuvo que luchar contra autoridades civiles y religiosas que creían que por tener algo de poder, eran sabios, pero no es así. El poder es una cosa, la sabiduría otra y en muchas ocasiones, simplemente, no van juntas. Poder sin sabiduría es un caos. Por eso, es preferible ser pobre y sabio, que rico y necio. Con el primero hay esperanzas, con el segundo simplemente fluye la desesperanza.

“Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir” (Johann Kaspar Lavater).

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014

Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

MOTIVO DE GRATITUD 2: Doy gracias a Dios por el privilegio del matrimonio, nuestros cónyuges nos acompañan, nos soportan, nos alientan, nos perdonan, nos apuntalan cuando lo necesitamos. Gracias Mery por estar.

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria