“Vino a su propio mundo, pero los suyos no le recibieron” (Juan 1:11 DHH)
El día más triste en la historia de la humanidad fue cuando Jesús fue rechazado por aquellos que deberían haberlo recibido con los brazos abiertos. El pueblo de Israel, que por siglos había tenido una lección objetiva en el santuario, que anunciaba de todos los modos posibles la venida del Mesías, rechazó precisamente a quién habían anunciado. Jesús vino a su mundo, y en su mundo no fue aceptado. ¡Qué día más triste debe haber sido ese para los ángeles y para Dios mismo!
¿Por qué los estudiosos de su tiempo no se dieron cuenta? No era que los escribas, fariseos, sacerdotes y levitas no supieran, sabían perfectamente. El centro de la religión judía era y sigue siendo, la espera del Mesías. Pero, cuando tuvieron a Jesús al frente no lo reconocieron.
Se envanecieron en sus propias interpretaciones. En tiempo de Cristo existía el Talmud y la Mishná. El primero eran los comentarios rabínicos a la Torah y el segundo los comentarios al Talmud. Era tal el envanecimiento en sus propias interpretaciones que no quisieron examinar sus prejuicios, estereotipos ni ideas pre-concebidas.
El mismo peligro existe hoy, con el agravante, que cualquier persona con una Biblia en la mano y sólo con la capacidad de saber leer y escribir, hace su propia interpretación y no acepta otra que la que su mente ha elaborado. Pedro señala claramente que “ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada” (1 Pedro 1:20). Eso implica que la verdadera interpretación no es asunto de un individuo sino del cuerpo de Cristo, del consenso de los creyentes. Olvidarlo es fatal.
“Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones” (Gregorio Marañón).
Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: Reflexiones al amanecer
MOTIVO DE GRATITUD 16: Infinitas gracias por el Espíritu Santo, sin su accionar en mi vida no tendría esperanza y vagaría en un mar de confusión y desesperanza.
¿Estás haciendo tu lista de gratitudes? No olvides, que el desafío para este año es que al final de él hayas escrito 365 motivos de gratitud.
#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
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