Tras bambalinas


“Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz” (Juan 1:8)

Juan, el que sería conocido como “el bautista”, aceptó un papel ingrato. Optó por estar tras segunda fila y no ser el protagonista porque entendía que su misión era anunciar al que vendría y no llevarse la gloria personal él por una labor que no le correspondía.

Un halo de misterio rodea la vida de Juan el Bautista. La Biblia nos habla de su madre y su embarazo, y luego, no se sabe de él hasta años después cuando aparece como un predicador itinerante anunciado al Mesías, que no es nada más y nada menos que su primo.

Vestía como un rebelde para la época y hablaba como alguien que no le temía a nada ni a nadie. Aún el rey, con todo su poder, tenía miedo de la forma en que este hombre actuaba. Así es siempre, quien no tiene negocios con el poder, no le teme. Quien de una u otra forma, transa con poderes mundanales, en algún momento debe vender su conciencia o dar algo a cambio de las prevendas que le son otorgadas. Juan no le debía nada a nadie, por eso era capaz de entregarse por completo a la misión que le había sido encomendada.

Esa es una tremenda lección para los seguidores de Cristo en la actualidad. Cuando, de un modo u otro, se hacen consesiones al poder de turno, se termina claudicando de la misión que se tiene. No se puede pregonar el evangelio y ser honesto con Dios si se tienen compromisos con algo o alguien. Jesús lo dijo de muchas formas, para seguirle es preciso elegir. Dios no acepta nada más y nada menos que ser el primero en la vida de sus seguidores. Quien no lo entienda, no está calificado para cumplir con el cometido evangélico. Si le debemos algo a alguien, aunque sea un favor político, no podemos cumplir.

“Antes o después, el hombre siempre ha tenido que decidir si le rinde culto a su propio poder o el poder de Dios” (Arnold Toynbee)

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

MOTIVO DE GRATITUD 15: Gracias Dios por la posibilidad de viajar, lo que me permite no sólo conocer otras culturas y lugares, sino de paso, conocerme a mí mismo.

¿Estás haciendo tu lista de gratitudes? No olvides, que el desafío para este año es que al final de él hayas escrito 365 motivos de gratitud. 

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria

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