Si de queja se trata


“Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal; no te es posible contemplar el sufrimiento. ¿Por qué entonces toleras a los traidores? ¿Por qué guardas silencio mientras los impíos se tragan a los justos?” (Habacuc 1:13)
Al principio el profeta le reclama a Dios por la impiedad del pueblo. Dios le contesta que vendrían los babilónicos y beberían en carne propia el haber abandonado a Dios y llegar a esa situación por las malas decisiones que tomaron.

Nuevamente Habacuc se queja, pero ahora en términos contradictorios, porque llama “justos” al pueblo de Israel que antes ha denostado. Evidentemente, le parece que las acciones de su pueblo son mucho menos grave que la que realizan los babilónicos.

Busca un giro un tanto sutil en su reclamo porque apela a las características de Dios que él conoce muy bien, pero que está luchando por entender. La bondad de Dios y su intolerancia frente al mal. Sin embargo, tal como aparece pareciera que el profeta intentara dar lecciones a Dios. Sin embargo, no debemos olvidar que por muy sutiles que sean las expresiones del profeta, en el fondo, esconden desconfianza frente al actuar de Dios.

Es parte de la naturaleza humana caída el creer que se tiene todo el panorama completo. Nos gusta jugar a ser pequeños dioses que pretenden dar lecciones a Dios. Distinta sería nuestra experiencia si tan sólo confíaramos. Dios no envió a los caldeos, pero ciertamente permitió su actuar porque estaba en jaque frente a las decisiones que habían tomado los mismos israelitas. Una gran lección para nosotros. Dios no envía el mal, pero a veces nos ponemos en una situación en que no hay nada que hacer. Nosotros mismos lo provocamos.

“La libertad no es la licencia para realizar cualquier cosa” (Mahatma Gandhi)

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

MOTIVO DE GRATITUD 7: Agradezco a Dios por la variedad de las flores. Dios se goza con la diferencia por eso creó tantas variedades de colores y formas, para que nos gozáramos con ese espectáculo. Los ibiscos, mis flores preferidas.
 
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