Andrés, el buen hermano


“Felipe era del pueblo de Betsaida, lo mismo que Andrés y Pedro” (Juan 1:44)

En algún momento de la historia del cristianismo se creó el mito de que los apóstoles eran pescadores. La verdad, es que se sabe con certeza que sólo tres de los discípulos eran pescadores: Pedro, Andrés y Jacobo. Los siguientes nueve tenían diferentes oficios, y de algunos no se tiene total certeza.

Andrés era discípulo de Juan el Bautista, y estuvo con su maestro el día en que él les contó que Jesús era el Mesías. Andrés, acompañado de su amigo Juan, siguieron a Cristo, y se convirtieron en los primeros discípulos que se tenga referencia en la Biblia.

Lo primero que hizo Andrés cuando conoció a Jesús fue ir a buscar a su hermano para llevarlo donde Cristo. El resto es historia, Simón se convirtió en Pedro (piedrita), el nombre que Jesucristo le puso, y a partir de allí, por la personalidad de Pedro, él tomó el liderazgo del grupo. Influía su personalidad, pero también su edad. Siguiendo la lógica del mundo antiguo la persona más respetada era el que tenía más edad.

El acto de Andrés es memorable. Cumplió lo que luego se convirtió en el método de Cristo para la evangelización. Comenzar por los conocidos, especialmente la familia. Cuando fue donde su hermano, lo hizo por amor, porque entendía que lo mejor que podría presentarle sería al Mesías. Seguramente más de alguna vez, como judíos piadosos, habían hablado acerca de la promesa de Isaías y de los profetas que anunciaban la venida del Mesías.

La diferencia de Andrés y otros, es que no estaban contaminados con los conceptos que habían impregnado a otros grupos religiosos judíos, así que recibieron a Jesús de manera auténtica y sin dobles interpretaciones.

La tradición histórica cuenta que Andrés fue crucificado en Patrás, la capital de la provincia de Acaya en Grecia, y que pidió ser crucificado de cabeza, porque no se consideraba digno de morir como Jesús. Padeció por tres días y siguió hablándoles de Jesús a todos los que se acercaban a verlo en su agonía. Hasta el último momento en su afán de dar a conocer a Jesús, sin temor, y sin amilanarse frente al dolor y la tortura. Murió el año 63, bajo la cruel persecución de Nerón.

¿Has hecho de la comunicación del evangelio la parte esencial de tu vida?

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: Cada vida un universo

MOTIVO DE GRATITUD 33: Dios ha creado el universo, al ver las estrellas y el cielo en una noche, no hay más que exclamar de alegría al ver lo maravilloso que es nuestro Dios. Gracias por ese cielo estrellado. 

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