La ceguera perversa


“De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos” (Hechos 4:12)

La Biblia no menciona a ninguno de los que juzgaron a Pedro y a Juan, pero, no es difícil inferir que se trataba de los mismos que condenaron a Jesús. Ha pasado poco tiempo de la muerte y resurrección de Cristo, así que todo está fresco en la memoria de los que dirigen.

Sin embargo, cuando ven lo que sucede con el paralitico que milagrosamente ha sido sanado, no ven mejor cosa que hacer venir a los apóstoles, en primer lugar, para interrogarlo, y luego para amenazarlos para que dejen de hablar de Jesús.

Pedro, que está irreconocible, que no se asemeja en nada al que poco tiempo atrás a negado a su maestro dice de manera elocuente: “—Gobernantes del pueblo y ancianos: Hoy se nos procesa por haber favorecido a un inválido, ¡y se nos pregunta cómo fue sanado! Sepan, pues, todos ustedes y todo el pueblo de Israel que este hombre está aquí delante de ustedes, sano gracias al nombre de Jesucristo de Nazaret, crucificado por ustedes pero resucitado por Dios” (Hechos 4:8-10).

Los miembros del consejo judío que los juzga se quedan pasmados, por un lado, como políticos que son, le temen a la reacción del pueblo, por otro lado, no tienen nada que puedan usar para acusarlos de herejía o de alguna otra cosa a esas dos personas que están frente a ellos. Así que optan por amenazarlos y amedrentarlos para que no hablen, sin embargo, nuevamente Pedro habla y les dice: “—¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en vez de obedecerlo a él? ¡Júzguenlo ustedes mismos! Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hechos 4:19-20). ¡Ese es el poder de la convicción!

En todas las edades, cuando la visión religiosa se contagia con intereses políticos, simplemente, las personas dejan de ver la realidad y terminan siendo ciegos al mensaje de Dios, tal como estos dirigentes religiosos judíos, que por segunda vez tenían la oportunidad de enmendar sus malas decisiones, pero, tercamente, se aferraron a sus prejuicios.

¿Quién controla tu mente? ¿Los prejuicios o las certezas reales?

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: Cada vida un universo

MOTIVO DE GRATITUD 42: Doy gracias por los testimonios que escucho de la manera en cómo obra en la vida de otras personas, eso me da esperanzas, especialmente cuando los días no son buenos.

 #MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.