Una carrera mortal


“Guiezi se fue para alcanzar a Naamán” (2 Reyes 5:21)

Si la codicia provocara lepra, ¿cuántas personas estarían sanas? Me da miedo arriesgar una cifra, no quiero parecer presuntuoso, pero estoy seguro que serían muchos.

La codicia es uno de esos pecados que se pueden esconder socialmente. Se le pueden asignar otros nombres, pero el efecto siempre es el mismo. Se desea lo que otro tiene y se lo busca sin cesar. Tal vez en la actualidad, le llamen ambición, prosperidad, deseos de salir adelante, o como quieran, pero siempre se sigue el mismo patrón. La persona codiciosa está dispuesta a correr riesgos, a emprender sin detenerse, porque no quiere perder la oportunidad de tener algo que anhela y que otro posee.

¿Por qué Eliseo no aceptó ni un peso de Naamán? Alguien, estoy pensando en varios que conozco, habría aceptado el dinero del general sin dudarlo y con la excusa de que podría haber sido dedicado a obras de bien. La tentación de recibir méritos o regalos o pagos por ser medios de la bendición divina, es muy grande, pero se corre el riesgo de que ocurra lo que Eliseo ciertamente no deseaba, que se diera el mérito a un ser humano y no a Dios a quien correspondía. Los favores divinos no se pagan, cualquier intento de hacerlo es simplemente un agravio y el profeta lo sabía muy bien. Giesi igual estaba enterado, pero, la codicia siempre puede más.

Lo que ocurre a continuación está en el contexto de la cultura del ojo por ojo y diente por diente. La sentencia que recibe Giesi es drástica, y un recordativo para ese tiempo y para el nuestro, que toda conducta errática, trae consecuencias, algunas muy severas, como en el caso de Giesi que se encontró con mucho dinero, pero nada de salud. ¿De qué le servía en esa situación el dinero que había obtenido de manera fraudulenta?

Dios tiene el poder para sanar, pero no nos exime de las consecuencias de actos temerarios o acciones poco razonables. Eso no significa que Dios no esté dispuesto a acompañarnos siempre aun en medio de nuestro dolor. ¿Qué pasó con Giese luego que adquirió la lepra? No lo sabemos, pero es un recordativo de que la codicia, siempre, enferma.

¿Manejas tu vida por la codicia o por el altruísmo?

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: Cada vida un universo

MOTIVO DE GRATITUD 49: Doy gracias a Dios por las manos, están allí todos los días para servirme y hacerme la vida más fácil. No sé qué haría si no las tuviera. 

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria

Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.