Respeto y honor



“Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente” (Romanos 12:10)

En el mundo antiguo la expresión “honor”, tenía un lugar muy importante. Muchas acciones se realizaban por “honor” y cuidar la honra personal, era en muchos casos, un asunto vital. Lamentablemente, con los años, dicho concepto fue perdiéndose.

Pablo habla del amor mutuo, y señala que dos de las características centrales del amor son el respeto y la honra.

No puede haber una relación de amor sin respeto. El respeto es la clave fundamental. Si le falto el respeto a mi pareja, al considerarla inferior o restándole méritos a su vida, el amor no prospera, tarde o temprano se acaba. Ninguna persona se casa para que le falten el respeto, al contrario, la relación de pareja debe ser un lugar donde se salvaguarde el respeto mutuo, de otro modo, se altera la existencia normal y lo que se constituyó para ser una fuente de alegría, se convierte en una tortura.

Al respeto le acompaña la honra. La expresión “honor” en el original griego está vinculado a la idea de “dar peso” y se refería originalmente al concepto de que mientras más valioso era algo, más honor merecía. Por eso que se compara a la honra con el oro y con piedras preciosas. Cuando amamos debemos conceder honor, es decir, darle un lugar especial a la pareja, si no valoramos a quien es nuestro esposo o esposa, entonces, faltamos al honor que merece.

Respeto y honor son dos pilares fundamentales que evidencia la presencia del amor. Eso significa que otorgar respeto y honor, no es mera palabra, exige acción y consistencia. Una relación de pareja sin estas dos cualidades esenciales está condenada al fracaso. No es posible amar sin honor y respeto mutuo.

Parte del respeto y el honor es priorizar. Eso significa que nadie debería importar más que la pareja porque de otro modo le faltamos el respeto y no le damos el honor que corresponde. Establecer las prioridades del a vida, es en muchos sentidos, una muestra fehaciente de que amamos de verdad, y no con mera palabrería.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: LAZOS DE AMOR

MOTIVO DE GRATITUD 120: El respeto que Dios manifiesta por los seres humanos merece todas las alabanzas. Dios no impone, no exige, sólo espera que elijamos por él, pero nunca nos fuerza. Gracias Dios por tu bondad. 

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