El gozo de volver


“Ahora, Señor, haz volver a nuestros cautivos como haces volver los arroyos del desierto” (Salmo 126:4)

Me crié en el desierto. Ahora mismo vivo en el desierto más árido del mundo. Me encanta amanecer todas las mañanas y sin excepción ver el sol brillando en todo su esplendor. Es una de las gracias del desierto, siempre, invariablemente se puede gozar del calor del sol.

Pero, también me gusta contemplar las maravillas de los oasis. Mi pueblo preferido es San Pedro de Atacama, que queda en la cordillera, en la provincia de Antofagasta, cerca de la ciudad de Calama, en Chile. Es un pequeño pueblo que pasa repleto todo el año de visitantes de todo el mundo que vienen a gozar de las lagunas cordilleranas llenas de flamencos, del Valle de la Luna (llamado así por su semejanza con un paisaje lunar), de los géiser del Tatio, de los volcanes, los restos de la cultura atacameña, del extraño espectáculo de ver las momias que dan cuenta de los habitantes precolombinos y, sobre todo de la belleza espectacular del desierto.

Cuando viajo a San Pedro y luego de atravesar kilómetros de salares, llanuras desérticas, volcanes y cerros, ver aparecer el oasis es un espectáculo inolvidable. Hay lagunas espectaculares y pequeños ríos que vienen de la montaña trayendo el agua que se derrite de las nieves eternas.

Esa misma sensación de alegría que siento al contemplar el paisaje desértico y ver el agua fluir desde la montaña en pequeños arroyos es lo que tenía en mente el salmista cuando comparó el regreso de los cautivos hasta la tierra prometida.

¡Qué sensación más hermosa debe haber sido atravesar el desierto desde Babilonia, llegar al Jordán y contemplar las tierras de Palestina! Me imagino a la gente saltando de alegría, abrazándose y llorando de gozo. Los niños, seguramente se tirarían al agua del rio y los adultos reirían como pequeños en día de fiesta.

Es lo que deberíamos vivir todos los días, porque quienes somos creyentes sabemos que cada momento que vivimos es atravesar el desierto y nos espera el oasis de la tierra nueva. ¡Qué alegría!

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: SALMOS DE VIDA 

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1 comentario:

  1. le agradecemos por el aporte en estas meditaciones matinales que tenga un bendecido día y se ha prosperado en todos sus caminos

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