Refugio


“En ti, oh SEÑOR, me refugio” (Salmo 71:1)

Eran mis comienzos como pastor. Trabajaba en un colegio donde abundaba el dinero y escaseaba el cariño y la presencia paterna, por esa razón, gran parte de mi quehacer como capellán era crear actividades con el fin de pasar más tiempos con aquellos jóvenes y señoritas con abundancia de bienes y escasez de cariño.

Un fin de semana salí con una treintena de jóvenes a la cordillera. La excusa era dirigirnos a un yacimiento de fósiles para complementar la clase de ciencia y religión, sin embargo, la razón principal era pasar tiempo con ellos para poder ganar espacios afectivos en sus vidas. Estaríamos tres días. El viernes hicimos una fogata y nos quedamos largo rato en la noche, cantando, jugando y riéndonos con las ocurrencias de algunos. A eso de las tres de la madrugada sentí gritos que salían de una de las carpas. Me levanté rápido y al salir de mi carpa observé que estaba nevando de manera copiosa, algo extraño en esa época del año en la cordillera. De pronto, tenía a todos los jóvenes y señoritas, fuera de sus carpas, empapados con la nieve y sin estar preparados. Llamé a la policía que se ubicaba a unos treinta kilómetros montaña abajo y solicité ayuda. Les indiqué el lugar en donde estaba y me instruyeron para que caminara con los jóvenes unos tres kilómetros montaña arriba por el camino y que encontraría un refugio. Teníamos un sólo vehículo porque el autobus regresaría el domingo. Cargamos todos los bolsos y las carpas en la camioneta y comenzamos a caminar bajo un frío intenso y totalmente mojados. ¡Qué alegría fue llegar al refugio! Allí habían mantas, leña para quemar en la chimenea, agua caliente y cocina para preparar alimentos. Fue como estar de fiesta. Todos reíamos como si nos hubiésemos sacado la lotería.

Esa noche, contentos, limpios, abrigados, todos supimos la importancia de un refugio y entendimos la promesa de Dios de ser nuestra protección en medio de las dificultades.

Un refugio es un faro en medio de un momento difícil. En muchos casos puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Cuando llegó la policía casi dos horas más tarde nos dijeron que nos salvamos de morir por el frío. Eso es lo que quiere decir el salmista, Dios es el mejor refugio, sin duda, y el más estable en medio de la dificultad.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: SALMOS DE VIDA 

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