Sabiduría sin género


“Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó” (Génesos 1:27)


Agnódice (siglo IV a.C.)

Los griegos revolucionaron el pensamiento occidental al introducir la filosofía, la ética, la medicina, la lógica y los estudios más avanzados de ciencias, no obstante, siguieron con algunas premisas absurdas y carentes de toda lógica, como suponer que la mujer era un ser inferior, un “varón defectuoso”, como la definió de manera ridícula, Aristóteles.

En todas las épocas a la mujer le ha costado destacar. Digan lo que digan los machistas de siempre, ser mujer supone hacer un trabajo doble para obtener los mismos beneficios que tienen los varones sólo por ser del género masculino.

En la historia griega es muy difícil encontrar mujeres que destaquen, porque la mayoría fue obligada a callar o a mantener un perfil bajo. Por eso la historia de Agnódice es extraordinaria. Ella se dedicó a la medicina en su natural Atenas. Como el estudiar estaba vedado para las mujeres ella se disfrazó de varón para poder hacerlo y ejercer como médica. Su padre se indignó cuando supo lo que ella hacía, y a regañadientes terminó apoyándola.

Agnódice
Pertenecía a la alta sociedad de Atenas. Para poder realizar su oficio se cortó el cabello, se vistió de varón y asistió a las clases, especialmente las del célebre médico Herófilo. En el año 350 obtiene la calificación que la habilitaba para ejercer la medicina, en un área que hoy día calificaríamos como ginecología y obstetricia.

Comenzó a tener un gran éxito profesional lo que suscitó la envidia y celos de otros médicos que la acusaron de seducir a sus pacientes mujeres. Fue llevada a juicio y en esa situación se vió obligada a revelar su sexo. Fue acusada de violar la ley, lo que significaba la pena de muerte, sin embargo, otras mujeres, especialmente esposas de ciudadanos principales de Atenas y que habían sido tratadas por ella, la defendieron y dijeron que si ella moría, ellas también lo harían. Los jueces no tuvieron otra alternativa que invalidar esa ley absurda.

Dios creó al ser humano, varón y mujer a su imagen. El género es una construcción humana no divina. Cuando Dios pensó a la raza humana nunca ideó que uno fuera superior a otro. Pensar que el varón, por ser de género masculino está más capacitado que la mujer, es simplemente, absurdo.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013 Del libro inedito: Héroes de verdad

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