“Rescata a los que van rumbo a la muerte; detén a los que a tumbos avanzan al suplicio. “ (Proverbios 24:11)
Kurt Gerstein (1905–1945)
Su testimonio dio origen a lo que se conoce como el “informe Gerstein” que sirvió de base para condenar a los jerarcas nazis en el Juicio de Nuremberg.
Por su condición técnica, y sin saber qué es lo que hacía en los campos de concentración, fue incorporado en las primeras pruebas que se hicieron para asesinar a judíos con gas. Horrorizado por lo que vió decidió dar testimonio del Holocausto que comenzaba. Se entrevistó con diplomáticos de países neutrales, con autoridades religiosas e incluso con personas vinculadas a la resistencia holandesa, pero nadie creyó en lo que decía. Era algo demasiado horrible para creerlo, además, despertaba sospechas por ser alemán. Incluso intentó hablar con el Nuncio del Vaticano en Berlín para que alertara al Papa, pero nunca fue recibido.
Kurt Gerstein |
Muchos son los que pese a que no reciben recompensa, hacen lo correcto, sólo por es lo que hay que hacer. Kurt Gerstein dio la alarma sobre un genocidio, pero no le creyeron y fue culpado de lo mismo que acusaba. Los seres humanos somos imperfectos, pero sé con certeza que Dios tiene a Gerstein y a otros como él, como hijos especiales por su valor a toda prueba. Hacer lo correcto porque es correcto, no porque recibiré una recompensa esa es la gran lección, y eso, aunque las mentes humanas sean tan extrañas que terminen culpando al informante.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013 Del libro inedito: Héroes de verdad
#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.