Funeral en vez de fiesta


“Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran tenerlo presente” (Eclesiastés 7:2)

En mis días de estudiante había un personaje extraño en el colegio cristiano al que asistía. Vivía pendiente de las conductas ajenas y destilaba una religión amarga y opresiva. De hecho, aprendí el versículo que encabeza esta reflexión después que él lo repitió a un grupo de nosotros que estabamos conversando acerca del “Festival de Viña del Mar”, un concurso de música muy popular que se realiza en mi país. Como adolescentes que éramos sólo atinamos a reirnos de su reprensión, con el paso de los años, no me rio, me entristece. Siento dolor por quienes han hecho de la religión un funeral y no una fiesta.

El texto, sacado de su contexto, es mal usado. Salomón, con la amargura que le da contemplar el desastre de vida que ha tenido, pretende, a modo de lección vivencial, transmitir la pérdida de tiempo que significa vivir sólo en función de lo efímero. En el versículo 4 de ese mismo capítulo señala: “El sabio tiene presente la muerte; el necio sólo piensa en la diversión”. En otras palabras, la sabiduría está asociada a la comprensión de la fugacidad del tiempo eso no significa que debamos hacer de la religión un acto de amargura, porque de otro modo, Pablo estaría totalmente equivocado cuando nos llama a vivir la plenitud del gozo (Filipenses 4:4).

La vida es corta, vivirla lleno de amargura, no sólo es necio, también enferma. Una religión sana está llena de alegría, de plenitud y de gozo. Lamentablemente muchos viven su religión como si estuvieran continuamente en un responso funerario, ante una situación así, y al no poder hacer cambios, lo mejor es alejarse, porque vivir la religión de esa manera enferma.

“Llegamos a parecernos al Dios que adoramos” (Dennis Linn)


Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014. Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.