Una mujer sabia


“Joab se le acercó. —¿Es usted Joab? —le preguntó la mujer. —Así es. Entonces la mujer le dijo: —Ponga atención a las palabras de esta servidora suya. —Te escucho —respondió Joab” (2 Samuel 20:17)

Hay historias de la Biblia llenas de una barbarie que estremece, esta es una de ellas, sin embargo, en medio de las atrocidades el texto bíblico logra presentarnos algunos chispasos de la realidad, que aún cuando cuesta entenderla, a la luz de nuestra cultura contemporánea, arroja evidencias de que las cosas no eran tan claras como algunos suponen.

El mito es que todas las mujeres israelitas eran sumisas, se sometían a sus maridos y no asumían responsabilidades de liderazgo.

La historia presentada en 2 Samuel 20 muestra una situación sumamente compleja desde el punto de vista político, social y religioso. Joab, el comandante en jefe del ejército de David, era un hombre frío, implacable y absolutamente decidido a ejercer la autoridad que se le había asignado.

Se dirige al pueblo de Abel Betmacá, buscando a un hombre de la tribu de Benjamín que se ha atrevido a desafíar la autoridad de David. La gente de la ciudad cierra las puertas y se parapeta detrás de los muros. Joab sitia el lugar y se dispone a destruirla, en ese momento, una mujer, cuyo nombre no se registra y se la llama “la mujer sabia de Abel Betmacá”, hace llamar a Joab. La expresión “mujer sabia”, supone un tipo de autoridad reconocida por la gente, en primer lugar, acceden a su pedido sin discrepar ni decir nada; luego, ella se enfrenta a Joab sin dar ningún atisbo de considerarle superior ni siquiera tratándolo, como era la costumbre, como alguien a quién hay que rendirle pleitesía. El diálogo parte con una pregunta, que en otras circunstancias sería un insulto:

—¿Es usted Joab?

Todo el mundo conocía a Joab, pero ella no está dispuesta a dejarse tratar como alguien de segunda categoría. Actúa como líder y se lo hace saber a Joab, quien entiende que está ante la presencia de una mujer con autoridad.

El asunto se resuelve de la forma en que la mujer lo señala. Aún en medio de la barbarie es posible ver señales de que a través de la historia muchas mujeres han ejercido autoridad, a despecho de varones que actúan como si las mujeres fueran seres de segunda categoría.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014. Del libro inédito: Cada vida un universo
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