A corazón abierto


“Si nuestro corazón nos acusa de algo, Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo” (1 Juan 3:20)

Vivien Theodore Thomas (1910-1985)

Vivien Theodore Thomas, probablemente, no aparezca en todos los libros de medicina, sin embargo, miles de personas alrededor del mundo le deben la vida a Vivien, que sufrió la discriminación más horrenda sólo por ser negro.

En 1945 los Drs. Alfred Blalock y Helen Taussig publicaron en el Journal of the American Medical Association donde describen como tratar la tetralogía de Fallot. Sin embargo, ese estudio cienfítico desconoce al verdadero héroe, Vivien. No podía aparecer, era negro.

Vivien quiso ser médico, sin embargo, tuvo que dejar sus estudios a causa de la gran depresión económica y nunca más pudo continuarlos. Comenzó a trabajar como auxiliar en el laboratorio del Dr. Alfred Blalock, en la Vanderbilt University. Blalock se dio cuenta de las habilidades de Vivien. Lo convirtió en su investigador asociado, pero con sueldo de trabajador de la limpieza. Vivien se convirtió en pieza vital de las investigaciones de Blalock. Inventó instrumental médico especializado e ideó algunos procedimientos que no pudo poner en práctica sólo porque era negro.

En 1944 Blalock hizo operó al primer “niño azul”, una patología cardiaca. Vivien le dio instrucciones sentado en una banca a un lado, no podía operar por ser negro. Trabajó 34 años con Blalock, quien nunca abandonó completamente sus prejuicios raciales. A la muerte de Blalock, Vivien trabajó dirigiendo el laboratorio de la Universidad John Hopkins y formando a nuevos médicos. Recién en 1975 la universidad lo reconoció en sus logros y le otorgó el título de Doctor en Leyes, no podían darle el título en Medicina por restricciones legales. La universidad fundó una organización que lleva el nombre de Vivien para promover la integración racial.

En Cristo, no existen diferencias raciales, aunque muchos cristianos aún no lo entienden plenamente. La gente debe ser valorada por sus ideales y carácter y no por el color de su piel. Vivien se abrió paso en un medio hostil e hizo contribuciones a la medicina que han sido vitales para salvar vidas. ¿Cuánto más podría haber hecho de habérsele permitido ejercer como médico? Nunca un cristiano debería discriminar a alguien.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inedito: Héroes de verdad

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