“Estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él” (Apocalipsis 3:20)
Jesús (2-31)
Amado Jesús, solía hace mucho escribirte cartas, por allí deben estar, vuelvo a hacerlo hoy, el día en que supuestamente se celebra tu nacimiento. No me interesa si naciste en una fecha como hoy, es intranscendente, lo importante es celebrar tu nacimiento.
Te pido perdón de que se nombre esta fecha en tu honor, porque en la realidad, con el paso de los años, tú has sido relegado a segundo plano, incluso, a un plano donde muchas personas ni siquiera asocian esta fecha contigo.
Papá Noel y cientos de otros personajes de fábula y fantasía han ocupado tu lugar. Es lastimoso, quisiera que tú fueras el centro de todas las vidas, pero nunca ha sido así, aún hay personas que te tienen encajonado en un pesebre convertido en un pobre niño sin recursos y sin nada. Débil a sus mentes y míseros en su entender, sin darse cuenta que la debilidad emana de sus comprensiones y la miseria de su entendimiento.
Quiero celebrar esta fecha invitándote a mi casa, a mi vida, a mis sentimientos, a mi mente. Quisiera que fueras el convidado permanente a mi mesa y a toda mi existencia. Ven Jesús, que aunque muchos canten villancicos que ya perdieron sentido en sus mentes, hay muchos que anhelamos tenerte en nuestras vidas de manera cotidiana.
Hemos preparado una cena, sencilla, pero apetitosa, para que nos acompañes, y podamos reírnos juntos y compartir tu alegría contagiosa, porque así te he pensado siempre, como alguien lleno de gozo y no con ceño adusto y triste.
En mi casa, junto a mis amados, hay lugar para ti. Tenemos tu lugar listo. Te envío esta carta porque sé que la leerás y gustoso vendrás a estar en el lugar más especial de nuestra mesa. La cena de navidad sin ti, no sería lo mismo, eres nuestro invitado de honor. El mejor convidado que podemos tener.
Sé que tienes otros compromisos, pero también sé que nunca te niegas a cenar con quien abre su puerta y te acepta con gusto. Jesús amado, estaré esperando en la puerta, con las luces prendidas, con la música sonando y con nuestras vidas listas a recibirte en nuestra cena de navidad.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inedito: Héroes de verdad
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