Inventiva extraordinaria


“Aun en el caso de los instrumentos musicales, tales como la flauta o el arpa, ¿cómo se reconocerá lo que tocan si no dan distintamente sus sonidos? “ (1 Corintios 14:7)

Soy un enamorado de los vinilos, esos antiguos discos negros grandes, delgados, y que emiten una música analógica que nunca ha logrado ser imitada por otro medio mecánico. Los colecciono desde niño, y los atesoro como una verdadera reliquia. De hecho, lo considero el regalo más preciado que me puedan dar como obsequio.

Los CD supuestamente reemplazarían por completo a los discos de vinilo, así lo soñó el holandés Joop Sinjou, quien lo inventó en el año 1979, con la ayuda de su colega japonés Toshí Tada Doi. En parte, lo consiguieron, porque los CDs se masificaron por todo el mundo reemplanzado no sólo a los vinilos sino también a los cassettes, pero hay toda una horda mundial de melancólicos como yo que seguimos amando la música clara y precisa de los vinilos. Lo que exige tener un buen equipo, con una aguja de precisión y evidentemente, vinilos en buen estado.

La música a través de todas las edades, se ha constituido en el medio de expresión favorito de los seres humanos. No existe cultura que no exprese sus emociones más íntimas a través de sonidos y melodías. De echo, para alegría de los melómanos o amantes de la música, lo primero que se editó en CD fue la Sinfonía Alpina de Richard Strauss grabada por el maestro Karajan. Poco tiempo después, el Maestro grabó la bellísima novena sinfonía de Beethoven. Muchos dicen que los 72 minutos que dura una grabación en CD, fue pensada para que entrara en ella una sinfonía completa, como la 9na de Beethoven.

Todos los medios han servido para almacenar la música que los seres humanos han querido perpetuar. Sólo después, con el auge de la computación, los CD también se convirtieron en medio de almacenaje de imágenes y videos.

La inventiba humana siempre ha estado al servicio de sus intereses más profundos. No hay límite para lo que el ser humano pueda inventar, motivado por el amor a la música, el arte y otras formas de expresión. Dios creó al ser humano con dicha capacidad, por esa razón, cuando intentamos limitar las posibilidades humanas, o simplemente, moralizamos los intereses y gustos humanos, caemos en una trampa ideológica, sin entender, que la diversidad es un don divino que no puede ser limitado de ninguna forma.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inedito: Héroes de verdad

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.