Comprender el texto - 3


“Jesús tuvo compasión de él, le tocó con la mano y dijo: –Quiero. ¡Queda limpio!” (Marcos 1:41)

Llevamos ya siete días con la misma sección y hasta el momento confío en que hayan aprendido que no se estudia en vuelo razante. El que mira rápido, no tiene en cuenta la verdad más grande de la Escritura: A menudo, lo más importante, está en los detalles, los mismos que pasamos por alto en esas lecturas maratónicas que no tienen más sentido que tranquilizar nuestras conciencias, pero para aprender no sirven de nada.

Imagina por un instante que te obligaron a alejarte de tu familia, de tus hijos, de tu amada esposa y de todo lo que era importante para ti. El sacerdote no te dio tiempo ni siquiera para que tomaras algunas cosas de tu casa. Te expulsaron, así, sin más, como se tira a un perro rabioso. Tomaron tus ropas y no te las entregaron en las manos, te las arrojaron. Tu familia fue obligada a hacer un funeral. Para efectos del pueblo, ese día en que el sacerdote te declaró “leproso”, estabas muerto. Nadie podría hablarte, ni acercarse a ti, ni podría tocarte de ninguna manera. Tendrías prohibido acercarte a los caminos, a las fuentes de agua y a cualquier fiesta. Si te veías obligado a tomar algún sendero donde viniera algún caminante tendrías que gritar “¡inmundo! ¡inmundo!” para darle tiempo a la gente para que se apartara, lo suficiente como para que ni tu sombra les tocase.

Un día escuchas que alguien está sanando a los leprosos. Tu corazón se acelera. Decides que tienes que conocerlo. Pero, para tu desdicha te das cuenta que entra al pueblo, al mismo que tú no puedes entrar. Movido por un impulso que no sabes de donde sales comienzas a correr gritando ¡inmundo! ¡inmundo! Tu corazón corre a mil. En tu mente es ahora o nunca. El resto, es una bella historia.

“La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo” (Richard Steele)

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.