Obedecer el texto - 3


“Jesús lo tocó con la mano” (Lucas 5:13)

Ya hemos hablado de la importancia del toque de Jesús. Extendió la mano y al tocar el cuerpo enfermo de ese hombre destruido por la enfermedad, la exclusión, el rechazo y la sensación de ser una basura descartable, Cristo lo restauró, tal vez como ninguna palabra podría haberlo hecho.

Sin embargo, el leproso podría haberse opuesto. Le estaba pidiendo sanidad no un toque compasivo. Pero, aceptó gustoso el toque de Jesús, no sólo porque lo necesitaba urgentemente, sino porque en ese gesto estaba siendo restaurado a la humanidad.

Muchas personas se privan de la bendición de Dios, simplemente, porque se niegan a aceptar el toque restaurador de Dios.

Isaías dice: “Nosotros somos el barro, tú nuestro alfarero” (Isaías 64:8). Para que el alfarero pueda dar forma al barro debe tocarlo, amoldarlo, darle forma y eso es precisamente lo que Dios desea hacer con nosotros. Pero para que eso se produzca debemos dejar que él nos toque, y le permitamos hacer lo que debe hacer.

Es nuestra terquedad la que impide que Dios pueda hacer más en nosotros. Miramos a Dios con sospecha, porque nos han enseñado a cuestionar lo que Dios hace, como si tuviéramos mejores respuestas.

Acepta el toque de Jesús. No te va a hacer daño. Dios siempre busca lo mejor para nosotros. Aunque en momentos el ser moldeado a la voluntad de Dios puede ser incómodo o incluso, doloroso, siempre el resultado final será mejor que lo que estamos haciendo en este momento. Dios nunca nos pediría algo que nos trajera malestar o infelicidad, al contrario, todo lo que él busca es que seamos plenos en todo lo que hacemos y lo que somos. Tú decides.

“En el estudio no existe la saciedad” (Erasmo de Rotterdam)


Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria

Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.