"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó" (
Génesis 1:27)Algunas mentes prodigiosas en algunos aspectos, han sido los más grandes misóginos de la historia. Un ejemplo es Tomás de Aquino, considerado el Padre de la teología católica, quien repite una idea parafraseada de Aristóteles y señala:
“En lo que se refiere a la naturaleza del individuo, la mujer es defectuosa y mal nacida, porque el poder activo de la semilla masculina tiende a la producción de un perfecto parecido en el sexo masculino, mientras que la producción de una mujer proviene de una falta del poder activo” (Tomás de Aquino, Summa Theologica).
Durante siglos Tomás de Aquino ha sido considerado una de las mentes más brillantes que ha producido el catolicismo. De hecho en la Iglesia Católica abundan los Tomistas, que consideran las palabras de este autor, como la regla de fe a través de la que debe ser interpretada la Escritura.
Sin embargo, en esta cita, Tomás de Aquino no hace más que repetir un concepto misógino que trae oprobio contra la mujer, al considerarla un “varón defectuoso”, de hecho, es una forma de desprecio a la esencia de la mujer.
No sé que Biblia leyó Tomás de Aquino, pero la Escritura señala sin ambigüedad que tanto el varón como la mujer son creados a “imagen y semejanza de Dios”.
No existe algo así como una “imagen de Dios” de primera categoría y otra de segunda. Dios no hace eso. La Biblia señala que Dios no hace acepción de personas, y eso parte por crear a unos y otros como seres únicos, capaces de alcanzar las mayores alturas intelectuales y espirituales, sin distinción.
Es lamentable que muchos varones y también mujeres, crean conceptos como éstos.
La mujer es un ser único, maravilloso, como todo lo que Dios crea. No es defectuosa por creación como supone Tomás de Aquino y sus seguidores, sino un individuo creado para gloria de Dios, la corona de la creación.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Ser mujer no es pecado

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