La recompensa del buen actuar


“Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios” (Hebreos 13:16)

Tenía doce años. Los camioneros tenían un paro nacional que tenía al país desabastecido. Se formaban largas colas para comprar. Había dinero, pero no productos. Mi madre nos entregaba dinero y nos mandaba a cualquier cola que hubiera. Aunque había productos que no consumíamos, igual los comprábamos, porque podíamos cambiarlos. Eran los difíciles días antes del golpe de estado que un grupo de militares dirigió contra el gobierno constitucional de mi país. La situación no era buena ni agradable.

Luego se decretó racionamiento para todo el país. Cada familia debía ir al municipio y con los documentos personales de cada integrante recibía una tarjeta donde se especificaba la cantidad de alimentos que podría comprar. Por las largas colas se dieron cuenta que el sistema no funcionaba, así que decidieron que en cada barrio habría alguien encargado de recibir las tarjetas y entregarlas a los vecinos. Candidatos no faltaron.

Sorprendentemente para nosotros, el municipio llamó a mi madre. Una costurera conocida en el barrio, no sólo por vivir sola con cinco hijos, sino por su fe religiosa. Cuando el funcionario le habló le dijo que ella había sido propuesta por algunos de sus vecinos por considerar que era “la persona más honrada del barrio”. Por dos años, cada semana ella retiraba las tarjetas de racionamiento y mi hermano y yo las entregábamos. Nunca se perdió una tarjeta y nadie recibió ni más ni menos de lo que le correspondía.

En otros barrios se alteraron tarjetas, se perdieron, sirvieron para especular, se usaron para chantajear, menos en mi barrio. Hasta hoy mi madre, cuya cualidad reconocida era la honradez, es respetada por eso.

Es una buena metáfora para los matrimonios. Cuando se viven vidas honradas, la gente siempre se fija. Si la relación que se tiene sirve de inspiración, eso implica que los demás observarán y tomarán como referente a esa pareja. Cuando eso ocurre, la misma situación sirve de reforzamiento para que las parejas puedan vivir de una manera tal que se mantengan a la altura de las expectativas. El reforzamiento positivo, también es una forma de crecer y mantenerse en la vía correcta.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: LAZOS DE AMOR

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.