“De Dios dependen mi salvación y mi honor; él es mi protección y mi refugio” (Salmo 62:7)
Muchas conductas e ideas, de tanto ser repetidas, terminan siendo asumidas como si fueran verdad. Sin embargo, no importa cuántas veces se repita algo, eso no convierte una mentira en verdad. La repetición es sólo eso, repetir una idea. La verdad, no necesita ser repetida para ser verdad. Basta con que sea cierto.
Muchos varones, y lamentablemente, muchas mujeres, creen que el honor familiar pasa por su condición de machos. Hacen creer a sus esposas que ellas dependen de ellos para el honor que podrían eventualmente recibir. De hecho, así es en la mayor parte de las culturas. Los varones imponen criterios y perspectivas, que se suponen deben ser asumidas por el resto de los “dependientes”, es decir, niños y mujeres, sin chistar.
Ese rol es usupar algo que sólo le corresponde a Dios. Tal como dice el versículo, sólo de Dios dependen la “salvación y el honor” y “la protección y el refugio”, no de los maridos, esposos, compañeros o padres, que actúan como si de ellos dependiera absolutamente el bienestar y futuro de la familia.
Por la via de machos “protectores” se avanza a una infantilización de la mujer. Muchas mujeres terminan perdiendo iniciativa, actuando como si no pudieran pensar, perdiendo la capacidad de confiar en sí mismas, dejando que otros decidan todo por ellas. No hay bendición en ese camino. No creo que un Dios de amor, que creó seres inteligentes, bendiga una relación donde una persona se arroga el derecho de pensar y las otras (niños y mujeres), el de sólo seguir a alguien que es tan falible como cualquier otro ser.
El mundo humano, a través de siglos, se ha llenado de desgracia por esa filosofía errónea. Varones que han creído que Dios les dio un rol superior jerárquico, han abusado de dicho rol autoimpuesto para anular a mujeres que estaban llamadas a ser compañeras en igualdad de condiciones, y han sido convertidas en esclavas al servicio de los deseos y desvíos de varones que nunca entendieron que ese modelo no puede ser de origen divino.
Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: LAZOS DE AMOR

Lo que mas me incomoda es que sean mujeres las mas ardientes defensoras de esta torcida forma de pensar, desvituando así los esfuerzos por devolver a la mujer el lugar que Dios le dió en la creación. Y piensan que ayuda idónea, significa ''personal para todo servicio.'' Sin duda no entienden las palabras de Jesús ante la consulta de los saduceos, preguntando por la jerarquía varonil para ''tener por mujer'': ''Errais ignorando las escrituras y el poder de Dios'' (Mateo 22:29.)
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