Dueños


“Del SEÑOR es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo y los que en él habitan” (Salmo 24:1)

Creerse dueño de algo que le pertenece a otro es una forma de robo, se llama usurpación. A Dios le pertenece todo, nosotros los seres humanos, somos sólo administradores de bienes que son de Dios, de nadie más. Es penoso que muchos no lo entiendan, y actúen como depredadores, de manera poco inteligente, porque cuando algo nos pertenece tenemos conciencia de que tenemos que cuidarlo.

Hace poco entramos a una tienda y una chica dependiente nos atendió de mala gana y sin ningún interés. Mi esposa dijo de manera certera:

—No es la dueña.

Entramos a otro local, y una amable señora nos saludó he hizo todo lo posible para vendernos algo. A boca de jarro mi esposa le preguntó:

—¿Desde cuando tiene este negocio? —Ella le sonrió y comenzó a contarle lo mucho que llevaba en eso y cómo en el comienzo había sido difícil, pero después, era llevadero.

Sin preguntárselo supo que era la dueña. Amaba lo que hacía y cuidaba a sus clientes.

Con los seres humanos tenemos un panorama diferente. Nos creemos dueños, pero actuamos como esa mala dependiente, sin ganas y de manera irresponsable. No nos hacemos cargo del daño que hacemos y tratamos a la naturaleza de una manera horrible. Para creernos dueños, actuamos de una manera poco sabia, si realmente entendiéramos la responsabilidad que tenemos, como administradores de lo creado, tendríamos otra actitud, sin duda, que nos llevaría a cuidar nuestro mundo.

Todas las semanas desaparece una especie de seres vivos de nuestro mundo, y eso, a causa de la manera irresponsable en que los seres humanos manejan los recursos de la tierra. El mayor y más peligroso depredador es el ser humano. Alguna vez deberemos dar cuenta al verdadero dueño de el caos que hemos formado en la tierra.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: SALMOS DE VIDA 

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.