Nada y todo


“Nada me falta” (Salmo 23:1b)

Pocos se dan cuenta que los tiempos verbales en las traducciones bíblicas si importan, porque le dan sentido al escrito. Una buena parte de versiones traduce el texto en futuro: “Nada me faltará”, aún cuando en el original está en presente. ¿Qué importancia tiene? Mucha, si se analiza el salmo como un testimonio de vida. El que escribe sabe que SU pastor es Jehová y conoce por experiencia que al serlo, nada le falta.

La religión no se puede vivir como una experiencia ajena. Una persona puede haber tenido vivencias extraordinarias, pero no tienen mayor sentido, si al que le ocurre no es a ti. Los testimonios tienen el valor de ayudarte a pensar, “si le pasó a él, ¿por qué no habría de ocurrirme a mi?”, en muchos sentidos es animador.

El que escribe este salmo conoce de cerca a Dios y sabe que a su lado nada le falta. La expresión “nada” es absoluta, y denota que no hay excepción. Eso significa que tiene la certeza total de que Dios no lo abandona en ningún momento y sabe exactamente qué necesita. El problema es que cuando no hay confianza en Dios no sabemos exactamente qué necesitamos, por lo tanto, estamos constantemente recordándole lo que precisamos. Si confiamos, entonces, no pedimos, sabemos que él conoce nuestra necesidad y confiamos por que sabemos con total seguridad que con él “nada nos falta”.

Hay oraciones de fe y oraciones producto de la desconfianza. Las oraciones de fe confirman y autorizan permanentemente la presencia de Dios en nuestra vida, porque Dios nunca actúa a la fuerza en nuestra existencia. Las oraciones producto de la desconfianza se basan en el desconocimiento personal del carácter de Dios por lo tanto, no son capaces de dejar en las manos de la divinidad su problema, y precisan estar recordándolo a Dios (como si lo necesitara) su necesidad. Los primeros viven confiados, como el autor de este salmo. Los segundos, convierten su religión en una larga letanía donde la confianza no es lo primero que aflora, sino una sensación de desamparo, como si Dios los hubiese olvidado. Dios, nuestro Pastor, nuestro Padre, nuestro Creador, sabe exactamente lo que necesitamos. En un acto de confianza deberíamos dejarlo obrar por que él sabe lo que nos hace falta.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: SALMOS DE VIDA 

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.