“Sabéis que, en una carrera, todos corren pero solamente uno recibe el premio” (1 Corintios 9:24)
Es imposible eliminar la competencia, siempre hay alguien que está intentándolo hacer mejor que nosotros, y ciertamente, lo logra, al menos en algún aspecto, de hecho, siempre hay una persona que hará un mayor esfuerzo que el nuestro o destacará por dotes particulares que nosotros no tenemos.
Sin embargo, esto puede convertirse en un obstáculo insalvable para algunas personas, que simplemente, se niegan a competir o exponerse ante otros dando lo mejor de si.
Otros, especialmente los que tienen éxito, toman la competencia como parte del juego y en vez de sentirse desanimados, optar por sentirse optimistas y llenos de estímulo. Es la misma situación, lo que cambia es la actitud.
Muchos se desaniman al ver las capacidades que tienen los que están en el mismo juego, sin embargo, es un esfuerzo en muchos sentidos, absurdo. Se ocupa tiempo en comparaciones que no sirven. Si la otra persona tiene características más aventajadas en algún aspecto lo que se necesita, es descubrir, en qué aspectos somos potencialmente mejores, y trabajar en ese punto, no desanimarnos porque otro lo hace mejor. Además, hacerlo es pérdida de tiempo, la otra persona no dejará de ser fuerte en algún aspecto sólo porque nosotros nos detenemos en su fortaleza.
Una muestra de madurez es cuando las personas dejan de competir contra otros y comienzan a competir consigo mismas para superar sus retos y metas personales. La diferencia entre una persona exitosa y otra mediocre, es que la que tiene éxito está enfocada en lograr superar sus propios límites y no pierde el tiempo viendo como otros son mejores.
El mejor consejo que alguna vez recibí es: “Deja de mirar a otros y busca la forma de ser mejor que otro en algún aspecto, y eso, te llevará directo al éxito.
La superación personal, finalmente, rinde frutos. El optimismo hace que los que luchan por ser mejores cada día, en algún momento, reciban los frutos de sus desvelos. Temer a competir es simplemente, infantil.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos
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