La ley de Cristo

“Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo” (Gálatas 6:2)

Para entender el versículo que encabeza esta reflexión no hay que olvidar el contexto. Una tendencia muy común es desprender los textos de su contexto inmediato y de esa forma se le hace decir a los autores lo que no han querido decir.

Pablo habla de ayudarse mutuamente a llevar las cargas unos de otros. Inmediatamente antes ha hablado de restaurar a quien ha sido entrampado en el pecado. Por lo tanto, la idea del apóstol está en el contexto de la restauración.

Al leer el versículo 1 de este capítulo, la pregunta que queda en el aire es ¿cómo ayudo en la restauración de quien se ha equivocado haciendo lo incorrecto? En otras palabras, cómo restauro a otra persona, que al igual que yo, ha sido entrampada en el pecado.

Lo primero que señala es la actitud, y lo ha dicho, tenemos que tener un acercamiento con humildad, sabiendo que nosotros podríamos hacer exactamente lo mismo que ha hecho nuestro hermano.

Luego, es preciso ayudarlo a llevar la carga. Esa frase puede ser entendida de varias formas, es evidente que no está hablando de cargas físicas, sino morales. Cuando alguien comete un pecado, especialmente si éste ha sido especialmente oprobioso, está lleno de una carga de culpa, de pesadumbre, vergüenza y el sentimiento de que ha fallado.

Ayudar a llevar la carga es primero escuchar, ponerse en el lugar de la otra persona, entender qué lo llevó a esa situación. Escuchar sin condenar es una forma de ayuda necesaria y es la “ley de Cristo”.

“Todos nosotros, en determinados momentos de nuestras vidas, necesitamos tener asesoramiento y recibir la ayuda de otras persona” (Alexis Carrel)

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Reflexiones al amanecer

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria