“Él será la seguridad de tus tiempos” (Isaías 33:6)
Es una constante mundial: La gente que fracasa a menudo le falta tiempo o alega porque no le alcanzan las horas para hacer lo que quiere. Al contrario, la gente exitosa siempre tiene tiempo para sus aficiones o para dedicar algunas horas a lo más importante.
Todos tenemos 24 horas, el problema no son los minutos ni los segundos, sino lo que hacemos en ese tiempo que tenemos. En una ocasión una persona me dijo:
—Me encantaría tener el tiempo que usted tiene para escribir.
—¿Por qué? —le pregunté en tono irónico— usted tiene un día con menos horas que las mías.
El joven me quedó mirando con una cara de sorpresa, pero de reflexión. Al cabo de un instante, un tanto dubitativo me dijo:
—Creo que debo hacer algunos ajustes.
Luego conversamos sobre el tiempo, la sabiduría y la motivación. El problema no es el tiempo, sino lo que queremos y lo que estamos dispuestos a hacer por algo que nos apasiona.
Las personas que tienen algo importante para hacer, entonces, siempre encuentran tiempo para hacerlo.
Es realmente desastroso ver a tantas personas perder miserablemente el tiempo esperando que se produzca un milagro y les quede algo de tiempo para realizar cosas que quisieran hacer.
En otra oportunidad alguien me dijo en tono sarcástico:
—Cómo se las arregla para escribir tanto.
—Fácil —le dije con ironía— mientras usted duerme yo escribo.
Se puso a reír y luego conversamos sobre el tiempo, un tema que me apasiona porque creo que el gran problema no es el tiempo sino la forma en que lo ocupamos. Pasar dos o más horas frente al televisor, o en una velada conversando de nada, o estar parado sin hacer nada... simplemente, no es provechoso, y a la larga se convierte en la razón de por qué teniendo el tiempo de todos, logramos tan poco. La vida es un don divino, ocuparla de manera sabia es nuestra decisión, no de Dios.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos
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