“–Nadie debe dejar nada para mañana” (Éxodo 16:19)
En inglés existe la palabra “procastination”, incluso se ha castellanizado como procastinar, que sería algo así como “postergar”. No se trata de algo que puedes hacer hoy y no alcanzaste a hacer, sino de estar permanentemente dejando para otro momento algo que deberías encarar ahora. Es un vicio de la personalidad. Quienes están constantemente “procastinando”, finalmente, terminan por no hacer lo que deben.
En el amor, hay muchos procastinadores. Varones y mujeres que permanentemente buscan excusas para no hacer lo que deben para encontrar a quien amar.
Una mujer de 60 años, viuda, que tiene un deseo intenso de tener un compañero suele decir: “Cuando mis nietos estén más grandes”. Los hijos la miran condescendientes, saben que es una excusa.
Un varón, divorciado, ansioso de conocer a alguien. “Cuando tenga un mejor trabajo, para tener algo que ofrecer”. Sus compañeros, que saben que gana una media superior a todos ellos, simplemente, sonríen, lo han escuchado inventar excusas durante años.
Un joven universitario, que está en el último año de la carrera. “Cuando llegue la chica ideal”. Sus familiares mueven la cabeza, hace años que dice lo mismo y nunca nadie es suficientemente buena.
Los seres humanos somos expertos en postergar. En no hacer lo que tenemos que hacer e inventar excusas para poder vivir sin desequilibrarnos, aunque el postergar, es en sí mismo, una forma de desequilibrio.
Para amar, no hay que postergar, puede ser que la persona indicada esté pasando frente a tu ventana, y simplemente, por las excusas que has inventando no lo veas o no lo quieras ver. El tiempo pasa rápido, antes que nos demos cuenta ya se ha ido, inventando excusas, no se avanza. Los años se van como hojarasca que arrastra el viento, antes de pensarlo, ya se ha ido una década. La vida es corta, si no amamos cuando es el momento, luego queda un largo, largo tiempo de tristeza, que lleva a algunos a lamentar no haber actuado a tiempo. Para amar, no se puede postergar. Lo que hay que hacer, es preciso hacerlo ahora, no mañana.
Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: LAZOS DE AMOR
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