“Hay más dicha en dar que en recibir” (Hechos 20:35)
Si se ocupara sólo un tercio de la comida que se desecha en dársela a quienes padecen de hambre, se acabaría este flajelo en todo el mundo, donde a diario mueren cientos de personas de desnutrición, mientras otros, tiran a la basura mucha comida que serviría para que otros vivieran. Es el mundo al revés. Es la irracionalidad hecha hábito.
El consumismo ha convertido a la mayor parte de la población mundial en personas egoístas, sin sentido de lo humano y más preocupados de recibir que de dar.
La cultura de lo desechable ha llevado a millones de personas a sufrir si no son capaces de reemplazar su celular por otro más moderno, o por no tener el último adelanto tecnológico.
Si se pudiera revisar el hogar de muchas personas que dicen no tener mucho, se observaría que hay muchas cosas acumuladas, que simplemente, ocupan lugar, y no tienen mayor utilidad que la de dar la sensación de que “se tiene” y nada más.
Cuando nuestros niños eran pequeños los acostumbramos a dar antes que recibir. Cuando llegaba el cumpleaños o la navidad, les decíamos que si querían recibir algún obsequio tenían que deshacerse de alguno de sus juguetes, pero no podía ser cualquiera, sino uno que ellos amaran y que estuviera en buenas condiciones. Luego, elegíamos juntos a quien regalárselo. Era nuestra manera de enseñarles que es mejor dar que recibir.
Las personas que sólo esperan recibir tienen un gran obstáculo que atravesar, que las llevará a ser egoístas, faltos de empatía y orgullosos. Lo que le sucede a quienes más tienen, que a menudo, son los que menos dan. Se aferran a lo que tienen como si eso fuera lo que les diera el sentido de sus vidas, sin entender que sólo dando se recibe, y lo más importante, que al dar, se puede atravesar esa gélida frontera de falta de comprensión con el dolor ajeno.
Luis Alberto Hurtado, un filántropo y religioso chileno, fundador de una emblemática institución llamada “El hogar de Cristo”, solía decir que había que “dar hasta que duela”, porque de otro modo, no se sabe si se está dando de verdad. Tal vez habría que examinarse qué estamos dando.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos
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