“Cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado” (2 Pedro 2:19)
Cada época tiene sus propias formas de esclavitud. Las épocas cambian pero los seres humanos, en el fondo, seguimos siendo los mismos: Seres finitos sujetos a infinidad de formas de esclavitud, aunque no lo creamos ni estemos dispuestos a aceptar.
La época contemporánea ha creado nuevas formas de dependencia. La mayoría de los adictos seguramente dirá a voz en cuello que ellos no son adictos y que dejan en el momento en que quieran aquello que los domina. Lo real es que muchas personas han perdido la fuerza de voluntad y aquello que los domina tiene mayor control sobre ellos del que están dispuestos a admitir.
Una de las nuevas formas de esclavitud adictiva está vinculada a las nuevas tecnologías. Niños, jóvenes y adultos, son esclavos de los juegos electrónicos, viven para jugar y no descansan hasta que logran pasar de un tramo a otro, sin importarles cansancio, alimentación o cualquiera otra cosa que los distraiga de esa manía de apretar botones para jugar con otras personas con las cuales casi no tiene contacto.
Del mismo modo, los celulares se han convertido en las cadenas de muchos que no pueden pensar en estar ningún momento sin conexión a las redes sociales o el chat. Si algo no nos permite dejarlo, entonces, estamos ante una adicción que aún cuando no sea admitida, de todos modos, produce resultados nocivos en la mente de miles y miles de personas.
Dios nos ha creado para ser libres, no para vivir conectados a un chat, a una red social, a sitios pornográficos, a juegos electrónicos o la televisión, o cualquier medio que me pida más y más, no estando satisfecha nunca.
Una persona libre no se amarra con nada, menos con medios tecnológicos que lo único que hacen es minar cada vez más la poca capacidad de decidir que se va gestando en las personas adictas.
Las adicciones tienen el mismo patrón. Personas que se encadenan y terminan vendiendo todo, con el fin de mantener la adicción.
Dios espera que seamos personas libres, que tengamos dominio sobre nuestros impulsos y seamos capaces de realizar acciones correctas hacia otros, sin vivir dependiendo de algo que nos destruirá.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos
Gracias pastor por este reflexión, a la luz de lo que Dios nos quiere para sus hijos e hijas. Q estemos sanos integralmente y seamos equilibrados en todo!!
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