“El tono de mi arpa es de lamento, el son de mi flauta es de tristeza” (Job 30:31)
La tristeza es una emoción normal, ¿quien no ha estado triste alguna vez? El problema es controlar la emoción que nos embarga y no permitir que sea al revés. Si la tristeza nos invade al punto de paralizarnos, entonces, se convierte en una carga que puede derivar en algunas enfermedades psicológicas, como la depresión, por ejemplo.
La psicóloga Fanny Franco señala: “No se puede evitar la frustración y tristeza, pero sí manejarlas. Son sentimientos que todos los seres humanos tenemos, pero no debemos de permitir que estos nos dominen, por el contrario deben ser el trampolín para ser creativos, flexibles y ver el obstáculo como una oportunidad para hacer un cambio”. La clave está en la palabra “trampolín para...”, es decir, no dejar que nos inunde al punto de que nos impida realizar la vida.
Muchas personas justifican algunas de sus malas decisiones porque la emoción de la tristeza los ha inundado de tal modo que no piensan con claridad. Por un tiempo, es posible entenderlo, sin embargo, cuando se convierte en un hábito, entonces, la vida pierde su mayor valor que es la capacidad humana de sobreponerse a las circunstancias que le rodean.
En la Biblia se presenta el caso de David que sufrió y se lamentó por la posibilidad de la muerte del hijo que había tenido con Betsabe. Cuando el niño murió sus siervos estaban preocupados por decirle porque pensaban que si estaba amargado y triste mientras el niño tenía la posibilidad de morir, ahora que efectivamente había ocurrido, ¿cómo reaccionaría? La manera en que lo hace desconcierta a todos:
“—Es verdad que cuando el niño estaba vivo yo ayunaba y lloraba, pues pensaba: ‘¿Quién sabe? Tal vez el Señor tenga compasión de mí y permita que el niño viva’. Pero ahora que ha muerto, ¿qué razón tengo para ayunar? ¿Acaso puedo devolverle la vida? Yo iré adonde él está, aunque él ya no volverá a mí” (2 Samuel 12:22-23).
Puede parecer una respuesta fría, pero no lo es. Es aprender que hay cosas evitables y situaciones que no lo son. Estar triste es normal, dejarse dominar por la tristeza es otra cosa. Un obstáculo que muchos deben superar para tener éxito es aprender a controlar sus emociones.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos

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