¿Se estudia para ser pastor?

“Cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con afán de servir, como Dios quiere” (1 Pedro 5:2)

Hay errores que de tan repetidos se hacen comunes y llegamos a considerarlo una verdad innegable sin darnos el trabajo de criticar su pensamiento. Muchas personas utilizan la frase: “Está estudiando para ser pastor”. ¿Será cierto que se estudia para ser un ministro? Pues simplemente no, eso es falso. El ministerio no es una carrera universitaria, es un llamado directo de Dios.

Dicho lo anterior, no significa que los pastores debemos ser personas sin preparación y cabezas huecas. Hay muchos que se atreven a predicar sin tener la preparación para eso y asumen que el llamado es suficiente. No es así. Por eso digamos que el llamado lo da Dios, ninguna facultad de teología, o seminario pastoral, enseña a ser pastor. Lo que hacen es dar herramientas que capaciten a los que ya han sido llamados al pastorado por Dios mismo (Efesios 4:11).

Ser ministro del evangelio no es una carrera universitaria ni un logro profesional. El pastorado tiene que ver exclusivamente con un llamado de Dios, y si alguien no lo tiene, al ir a un seminario sólo tendrá preparación académica, pero no será pastor. Eso lo sabemos todos los que hemos tenido que “sufrir” por muchos “pastores”, que en realidad, no tienen la vocación o el llamado para serlo.

Incluso más, Dios llama y él también capacita para su servicio. Si no se entiende ese concepto, entonces, preparar jóvenes para el ministerio se convierte en un buen negocio y también en un gran engaño. ¿Son necesarias las facultades de teología? Si, pero no para llamar al ministerio, sino para preparar a los que ya son llamados por Dios.

“Corazones ardientes no son nutridos por cabezas vacías” (R.C. Sproul)

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito Reflexiones al amanecer