El horror hecho ley


“Si un hombre se encuentra casualmente con una joven virgen que no esté comprometida para casarse, y la obliga a acostarse con él, y son sorprendidos, el hombre le pagará al padre de la joven cincuenta monedas de plata, y además se casará con la joven por haberla deshonrado. En toda su vida no podrá divorciarse de ella” (Deuteronomio 22:28-29)

Si, aunque usted no lo crea, la barbaridad que acaba de leer está en la Biblia y se supone que tiene bendición divina. Es la barbaridad hecha ley, una mujer obligada a casarse con su violador, simplemente, porque éste fue sorprendido en su delesnable acto. ¿Y si no es sorprendido?

Dos cosas son palpables en el horror de este texto bíblico. Una, la mujer es tratada como un bien, no como una persona, así que el violador está obligado a pagar al padre de la chica, porque ella es ahora “mercancía dañada” y como nadie querrá casarse con una mujer “deshonrada”, entonces, la mejor y bárbara solución, es darla en matrimonio a su agresor. Si alguien, en la actualidad, con un mínimo de decencia y sentido de la justicia propusiera algo así, sería tratado de demente y simplemente, se lo rechazaría.

Esto no puede ser inspiración divina. Moisés copió algunas “soluciones” de sus vecinos y las dio a un pueblo que había estado esclavo y lleno de nociones tergiversadas. Pero, lo hizo desde su cultura, donde la mujer era a lo más, un bien transable que pasaba desde el clan paterno al clan del esposo, sin derecho a opinar ni decir nada.

Gulnaz es el nombre de una joven afgana que el año 2014 fue violada por el esposo de su prima, cuando ella tenía 16 años, pero como el hombre que la mancilló era casada ella, increiblemente, fue condenada a 12 años de prisión por adulterio, es decir, se la culpó de la violación. Por una campaña internacional fue liberada por decreto presidencial, pero como ya había sido deshonrada la solución afgana para evitar al vergüenza para la familia fue que se casara con su violador. ¿No le parece cercano a la barbaridad que escribió Moisés? No hay nada nuevo bajo el sol. Cuando no entendemos la voluntad divina, la barbarie es posible y apoyada legalmente.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Ser mujer no es pecado


#MiguelÁngelNúñez #Meditacióndiaria #Devocional
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3 comentarios:

  1. Cuando Pedro en su segunda carta menciona que la escritura es inspirada, y Pablo en 2da Timoteo, especifica que toda la escritura es inspirada por Dios, ¿qué se hace?

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  2. Cuando Pedro en su segunda carta menciona que la escritura es inspirada, y Pablo en 2da Timoteo, especifica que toda la escritura es inspirada por Dios, ¿qué se hace?

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  3. Me gusta mucho leer sus reflexiones sobre la mujer en la Biblia.

    Respecto a esta nota en particular: ¿No será que, dentro de la barbarie, la regla tenía el propósito de salvaguardar el futuro de la mujer? Por haber sido deshonrada, ella estaría destinada a la soledad y en aquél tiempo una mujer sin un hombre no tenía valor.

    Hoy en día la noción suena descabellada. Pero, en ese entonces, tal norma podía haber sido lo más decente en un cultura que trataba a las mujeres como objeto.

    Otro caso similar es cuando una nación conquistaba a otra y se apoderaban de los despojos. Las mujeres podían ser usadas como objetos sexuales para luego ser rechazadas. Israel, en cambio, tenía permitido elegir a las mujeres entre los pueblos conquistados con la condición de que debían casarse con la mujer que hubieran escogido; no podían rechazarla y dejarla a merced de una sociedad que las olvidaría.

    No es lo ideal, pero era lo mejor que había para una cultura androcéntrica.

    Lo ideal ha de ser, como usted menciona, lo que se describe en Génesis 1 y 2.

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