Brindanos tu ayuda


“Bríndanos tu ayuda contra el enemigo, pues de nada sirve la ayuda humana” (Salmo 108:12)

Hay que tener cuidado con algunos textos bíblicos y tomarlos de una forma equivocada simplemente porque no se entiende el contexto. En más de alguna ocasión he escuchado que algunos usan la frase “de nada sirve la ayuda humana”, como una forma de descartar cualquier colaboración de personas cercanas o para descalificar la ayuda que pudieran brindarle otras personas. Sin embargo, ese uso no sólo es inadecuado, también es peligroso.

Como siempre, es preciso estudiar el contexto, si eso no se hace, entonces el asunto toma un cariz insano, especialmente en lo que se refiere a las implicaciones sociales de este texto.

Para empezar, el salmo 108 narra una serie de incidentes de la historia de Israel donde Dios intervino de manera milagrosa. El pueblo se vio enfrentado a una serie de situaciones muy difíciles y en ese contexto, la mano de Dios se convirtió en el agente necesario para poder salir adelante. Sin duda, sin la intervención divina, Israel habría sido destruida por sus enemigos. En dicha situación “la ayuda humana” no habría servido de nada.

Sin embargo, la colaboración entre los seres humanos es fundamental para que los individuos puedan construir una relación estable. Los seres humanos somos gregarios. Nos necesitamos unos a otros. No fuimos creados para la soledad ni para ser hermitaños. Incluso la misma idea de iglesia se sustenta en ese principio, de otra forma, cada uno debería adorar de manera solitaria.

Dios obra en las imposibilidades humanas. Cuando hemos hecho todo lo posible y no quedan más caminos que recorrer entonces Dios produce diluvios, abre mares y rios, saca agua de las rocas y hace que un ser humano camine sobre el mar. Dios produce milagros cuando la intervención humana no tiene sentido.

Sin embargo, los seres humanos tenemos que construir comunidad. Aprender a relacionarnos unos con otros, de tal modo que seamos capaces de ayudarnos con los talentos y dones que tenemos. Nos necesitamos unos y otros, no sólo por ser parte de la familia humana, sino porque Dios nos ha hermanado en la redención.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: SALMOS DE VIDA 

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.