“—Porque ustedes tienen tan poca fe —les respondió—. Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: ‘Trasládate de aquí para allá’, y se trasladará. Para ustedes nada será imposible” (Mateo 17:20)
Lo admirable de algunas personas es que la palabra “imposible” no parece ser parte de su vocabulario. Tal es el caso de Nick Vujicic, un predicador, orador motivacional y director de la organización dirigida a personas con discapacidad física Life Without Limbs.
Nick nació en Melbourne, Australia con una deficiencia de origen genético, consistente en una triamelia que se caracteriza por la carencia de tres de sus extremidades, le faltan ambos brazos a nivel de los hombros y extremidad inferior derecha, y con una meromelia de la extremidad inferior izquierda, tiene un pequeño pie con dos dedos protuberando de su muslo izquierdo. Sus padres se sintieron desolados, pero Nick nació sano.
Su vida estuvo llena de dificultades. No pudo acudir a una escuela normal pese a no tener discapacidades mentales, pero Nick fue uno de los primeros estudiantes discapacitados en migrar a una escuela normal. Aprendió a escribir usando los dos dedos en su “pie” izquierdo, y utiliza un aparato que se introduce en su dedo más grande para sostener cosas. Aprendió a usar la computadora y a teclear. También puede lanzar bolas de tenis y contestar el teléfono.
Sufrió acoso en el colegio, y a los ocho años se planteó seriamente sobre la posibilidad de el suicidio. Después de rogar por unos brazos y unas piernas, Nick comenzó a observar que sus logros eran la inspiración de muchos, y comenzó a agradecer que estaba vivo. A los diecisiete años comenzó a dar charlas a su grupo de oración y comenzó una organización sin ánimo de lucro. Viaja por todo el mundo. Está casado y tiene dos hijos.
La mayoría de las personas culpa a sus circunstancias o a falencias de origen genético o social, el no poder lograr más, pero eso es simplemente una excusa para no lograr mucho más con lo que tenemos.
El texto de hoy sugiere que si tenemos fe nada nos será imposible. Eso es palpable en Nick que realiza acciones consideradas imposibles para personas en su condición física. El que confía en Dios tiene posibilidades que otros no tienen. No sé si Nick habría logrado lo mismo sin fe.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos
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