Narcisismo


“Y se dice a sí mismo: Nada me hará caer. Siempre seré feliz. Nunca tendré problemas” (Salmo 10:6)

El narcisismo ha sido declarada “la enfermedad de nuestro tiempo” (Lowen, 2014), y en muchos sentidos tiene razón. Sin embargo, no es nuevo y no es sólo de hoy. Narcisistas han existido siempre, lo más probable es que en la actualidad los medios masivos los hacen más evidentes.

Theodore I. Rubin sostiene que “el narcisista se convierte él mismo en su propio mundo y a su vez cree que el mundo entero es él” (Citado por Lowen, 2014:21).

Otro especialista, Otto Kernberg sostiene que en los narcisistas “se encuentran diversas combinaciones de ambición desmedida, fantasías de grandeza, sentimientos de inferioridad y excesiva dependencia de la admiración y aclamación externas” (Ibid).

Los narcisistas por sus propias características son inseguros aunque no lo demuestran, viven constantemente insatisfechos respecto de sí mismos, y consciente o inconscientemente explotan a los demás y tienen actitudes de crueldad hacia otras personas.

Un porcentaje muy alto de narcisistas llega al liderazgo, en parte, porque la actividad de liderar es como un imán para su ego desmedido. El ejemplo bíblico clave es Saúl, siendo una persona muy capaz, llegó a la depresión dudando de sus características personales, y aunque había sido elegido por Dios mismo y ungido por uno de los profetas más importantes de su tiempo, no podía conseguir entender qué es lo que debía hacer y qué debía vivir. Eso lo llevó a dudar de todo y de todos y convertir a personas que eran sus aliados, como David, en enemigos acérrimos. Debería ser historia pasada, pero es historia presente en muchos que no entienden que su narcisismo los ha enfermado.

“Quien sólo vive para sí, está muerto para los demás” (Publio Siro)

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito Reflexiones al amanecer

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