“Pilato sabía que ellos lo habían entregado por envidia” (Mateo 27:18)
Pilato, hombre acostumbrado a maquinaciones y traiciones de diversa índole no lo convencieron las expresiones de buena crianza y las ínfulas de piedad y preocupación por el imperio que traían los sacerdotes que venían junto a ese hombre calmado, lleno de prestancia y que no se inmutaba en lo más mínimo por lo que pasaba a su alrededor.
Leyó los ojos de Jesús y la actitud de sus acusadores y enseguida supo lo que pasaba. Podría haber actuado de otra forma y haber detenido esa farsa, pero él también era un político avezado que no iba a permitir que aquello se convirtiera en un problema en su gestión administrativa al mando de una nación en la que no quería estar.
¿Por qué envidiaban tanto a Jesús? Simplemente, porque Cristo representaba todo lo que ellos no eran. El Maestro de Galilea era admirado y querido aún por los más humildes. Los extranjeros estaban admirados de su palabra y sencillez. Aún sacerdotes y fariseos habían manifestado expresiones de elogio hacia él.
Los dirigentes religiosos de ese tiempo, en vez de haberse concentrado en lo bueno que proponía Jesús, eligieron centrarse en sí mismos y fueron presa de la envidia que los carcomió hasta lo más íntimo. Lo único que querían era sacarlo de en medio. Cristo se convirtió en un estorbo en sus ambiciones de poder y prestigio. Jesús les hizo sombra y no hay nada más peligroso que hacerle sombra a un envidioso. Moverá cielo mar y tierra para sacarse a esa espina clavada al costado de su orgullo sin darse cuenta que con eso sólo cavan su propia tumba.
“A menudo se hace ostentación de las pasiones, aunque sean las más criminales; pero la envidia es una pasión cobarde y vergonzosa, que nadie se atreve nunca a admitir” (Francois de la Rochefoucauld)
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito Reflexiones al amanecer
#MiguelÁngelNúñez #Devocionmatinal #Reflexiones

0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.