Ser sabio


“Todo el mundo procuraba visitarlo para oír la sabiduría que Dios le había dado” (1 Reyes 10:24)

Salomón fue un hombre sabio, sin duda, pero por sólo un tiempo. Buena parte de su vida fue un necio que se gozaba con la memoria de sus logros y de lo que obtuvo cuando fue verdaderamente un sabio, tanto que reyes de otras naciones lo visitaban, sólo para tener parte en esa exhibición de sabiduría que el rey de Israel representaba. ¿Qué pasó? No fue de la noche a la mañana, pero poco a poco se envaneció en su sabiduría y por ese gesto de vanidad y orgullo terminó siento un gran necio.

El hombre que fue llamado para convertirse en un líder que trajera prosperidad y paz a su pueblo, terminó siendo el hazmereir de la gente, que no veía con buenos ojos en lo que se había convertido el otrora “rey sabio”.

Lo que ocurrió es lo mismo que pasa con los líderes religiosos de nuestro tiempo, poco a poco comienzan a creer que la sabiduría que tienen proviene de sí mismos y que es mérito propio. Al envanecerse terminan cometiendo errores que los llevan cada vez más lejos de lo que alguna vez fue un camino de sabiduría.

Todo líder corre el mismo riesgo y más cuando su posición de liderazgo es de gran influencia e impacto público. El poder subjetivo que otorga el liderazgo produce una sensación de superpoder que poco a poco hace que las fronteras morales y éticas se derrumben. Muchos que en algún momento fueron humildes, cercanos, y dependientes de Dios se convierten en orgullosos, lejanos e individuos que no buscan a Dios en primer lugar. Los resultados son evidentes, especialmente por sus efectos a largo plazo.

“La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia” (Sócrates)

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito Reflexiones al amanecer

#MiguelÁngelNúñez  #Devocionmatinal  #Reflexiones
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.