Simuladores


“Y en su simulación participaban también los otros judíos, de modo que hasta Bernabé fue arrastrado también por la hipocresía de ellos” (Gálatas 2:13)

En el versículo de la reflexión de hoy Pablo utiliza una palabra clave “simular” y la asocia con “hipocresía”. No son expresiones que nos gusten, sin embargo, señalan un hecho: Falta de honestidad y probidad en el actuar.

El tema del que está tratando el apóstol está vinculado a la salvación y más específicamente a la perfección que no se puede alcanzar. Que es imposible. Habría que leer todo el libro para entender que los “judaizantes” a los cuales hace frente Pablo son aquellos que intentan convencer a la gente que Cristo no es suficiente, que es preciso que hagan algo para llegar a ser justos, y una vez en esa condición, ser justificados, idea absolutamente contraria con la gracia y la gratuidad de la salvación.

¿Qué es lo que provoca el énfasis en la ley, la obediencia y la perfección? Algo muy simple y a la vez complejo, hace que las personas en su afán de dar a entender que cumplen la norma, simulen, mientan, engañen, se auto engañen y terminen viviendo una vida de hipocresía, en primer lugar hacia sí mismos y también hacia las demás personas.

Creer que puedo hacer algo para mejorar mi condición natural de pecador, y que eso me hace meritorio de la misericordia divina, es entrar en un callejón sin salida que sólo produce enfermedades mentales, alienación social, hipocresía y una sensación de vacío que no puede explicarse, porque, hacerlo implica reconocer que no se es perfecto.

“El comienzo del saber sólo es posible si se rompe el encantamiento y el equívoco permanente de un mundo en el que toda aparición es posible simulación, en el que falta el comienzo” (Emmanuel Lévinas)


Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito Reflexiones al amanecer

#MiguelÁngelNúñez  #Devocionmatinal  #Reflexiones
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