“Oí también que el altar respondía: Así es, Señor, Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios” (Apocalipsis 16:7)
Hablar de equidad es hablar de justicia. No se puede ser justo en un contexto de injusticia donde unos y otros son discriminados en función de género o de otras cuestiones que nada tienen que ver con el tener la calidad de ser humano.
Por el sólo hecho de nacer, los seres humanos merecemos respeto y es dable que se espere la defensa de sus derechos éticos, sea varón o mujer. Si se hace cualquier diferencia, por género, se está ante un contexto de falta de equidad.
Si una madre o padre parte una torta y le da a Juanito un pedazo más grande, porque es “el varón de la casa” y a Susanita un pedazo más pequeño porque es “la nena” y las niñitas no comen tanto, estamos ante un caso de falta de equidad. Si le da a ambos lo mismo y Susanita decide darle un pedazo a su hermano, esa es su decisión y parte de un trato justo.
No se avanza hacia una sociedad más justa con tratos no equitativos.
Es contradictorio, ser cristiano, alabar a Cristo y no actuar de manera equitativa. Jesús nunca hizo diferencia entre personas. Aceptó a mujeres en su séquito más personal, permitió que María se sentara a sus pies como una discípula, no tuvo empacho en reprender a sus discípulos porque no le habían creído a las mujeres que él había resucitado, simplemente, porque eran mujeres, y para su mentalidad machista, no eran creibles.
La equidad supone un acto de justicia. De actuar de tal modo que se respeten los derechos de todos. De proporcionar todas las oportunidades sin diferencia de género, raza, religión o cualquier otro elemento discriminador.
Si seguimos a Cristo, entonces, procuraremos en nuestra práctica cotidiana introducir actos de equidad, de otro modo, llamarse cristiano y no actuar equitativamente, supone una contradicción nefasta y lleva a muchos a rechazar a ese Jesús que se presenta que a todas luces aparece como injusto, lo que no es cierto.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Ser mujer no es pecado
#MiguelÁngelNúñez #Meditacióndiaria #Devocional

0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.