Una cuestión de poder


“Ustedes han sido llamados a ser libres” (Gálatas 5:13)

C. J. van Vliet, en su libro La serpiente enroscada da en el clavo con el verdadero significado de lo que ocurre en la actualidad con el intento de tantas mujeres por buscar equidad y un trato diferente. Dice:

“Cuando la mujer comenzó a afirmar sus derechos a la independencia física y social y a librarse de la esclavitud de su sexo, el hombre vio el peligro inminente de su pérdida de poder sobre ella. Se dio cuenta ‘consciente o inconscientemente de que la inteligencia en aumento de la mujer estaba quitando de su vida aquellos servicios superficiales y femeninos que él desea’. Al tener que reconocer las crecientes facultades mentales de la mujer, el hombre tuvo que hallar nuevos medios para mantenerla atada a una persistente complicidad con sus deseos”. (Van Vleit, 1986: 179).

La descripción certera señala lo que es un hecho, lo que ocurre es la renuencia de los varones a perder espacios de poder. Por esa razón hacen lo posible por mantener a las mujeres de una forma u otra sometidas a un sistema patriarcal.

En las iglesias cristianas suele darse un patriarcado amable, en general, sin golpes ni violencia, pero con el mismo objetivo, lograr que la mujer se doblegue y termine aceptando que no está en la misma condición que los varones.

Es inmensamente contradictorio que finalmente en el ámbito donde la mujer debería encontrar mayor libertad, como es en la iglesia, es donde encuentra más mensajes que la alientan a la sumisión, el silencio, y el renunciar a aspectos fundamentales que Dios ha preservado en su accionar, pero que aún después de más de 2000 mil años, muchos varones no terminan de entender.

La cruz es un acto libertario. Liberó de la esclavitud a todos los que se atrevieron a creer. Jesús dijo que el había venido “a proclamar libertad a los cautivos”, que vino a “poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18), sin embargo, aún siguen algunos creyendo que ser mujer y estar sometida no es ser oprimida o que aceptar un lugar de segunda no es estar en un modelo de cautividad.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Ser mujer no es pecado

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