Elegir y necesitar

“Los invito a elegir lo que es justo, y a que descubramos aquello que sea bueno” (Job 34:4 RVC)

En el aprendizaje del amor es vital distinguir entre “necesitar y elegir”. Cuando no se comprende adecuadamente la diferencia, entonces, se termina viviendo algo distinto al amor.

“Elegir es ser libre, es tener el poder, el control de tu vida. Es confiar, es sentirse capaz, es no dejar que el miedo te paralice.

Necesitar es estar atrapado, es ser dependiente, es estar controlado y no confiar en uno mismo.

Cuando hay dependencia emocional no eliges al otro. Estás con él porque no te sientes capaz de estar sin él” (Congost, 2013:24).

El gran problema que el legado de la novela rosa y de las películas románticas nos han hecho creer que amar es necesitar, y desde esa perspectiva han matado el verdadero sentido del amor que florece en la libertad no en la dependencia.

Muchos que ignoran la inteligencia emocional encuentran normal que alguien deba depender de otro para vivir en paz con su propia interioridad. Pero eso no es para nada normal, al contrario, muestra un rasgo de la personalidad que nubla el verdadero sentido de la acción de amar.

El amor es una elección soberana que hacemos cuando estamos conscientes que la persona que es depositaria de nuestro afecto es alguien que llena no sólo nuestras expectativas, sino que nos permite existir en libertad.

Al contrario, las actitudes tóxicas convierten a los amantes en personas que funden sus personalidades en la de otro, perdiendo individualidad y la capacidad de elegir libremente. Su vida se convierte en la extensión de otra existencia, convirtiéndose en una persona que deambula sin un rumbo claro y habiendo perdido la capacidad de ser arquitecto de su propio porvenir.

Todo acto que limite, anule o rechace nuestra libertad, es simplemente nocivo, por mucho que se invoque el amor como causal.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: 
LAZOS DE AMOR

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