Libres

“Ustedes han sido llamados a ser libres” (Gálatas 5:13)

Uno de los dones más extraordinarios entregados por Dios al ser humano es la libertad. Dios no exige a las personas actuar en contra de sus deseos personales. Cada individuo debe elegir por si mismo sin ningún tipo de coersión.

Dos expertos en bioética señalan que “cada persona debe ser libre para llevar a cabo sus ideales y su proyecto de vida, sin perjudicar, dañar o vulnerar la libertad de los demás. La libertad es uno de los valores más preciados a los que tienen derecho los seres humanos” (Alarcos y García, 2010:177). Esto es verdad aún en las relaciones de pareja.

Es un atentado contra la dignidad personal el que alguien quiera imponer su proyecto de vida a una persona sólo porque están casados. En occidente quién ha tenido que ceder en la mayoría de los casos ha sido la mujer. Se ha supuesto, de manera infundada, que era ella la que debía acomodarse a las empresas y proyectos del marido. Incluso en algunos lugares como mi país de origen, eso estaba establecido por ley. La obligatoriedad de la mujer de ir donde el marido lo quisiera.

Es injusto pretender que una persona debe renunciar a sus propios proyectos de vida simplemente porque el marido quiere otra cosa. Lamentablemente, como muchos se casan sin tener claridad respecto a sus proyectos de vida, entonces, terminan en una situación similar a estar esclavos o encarcelados, en ambos casos, con un costo emocional enorme.

Hace poco una mujer inteligente, gerente de una empresa, con muchos sueños que realizar me decía con frustración:

—No es esto lo que elegí para mi vida, tener que someterme a los proyectos de mi marido simplemente porque a él se le ocurren.

No es justo. En una pareja los proyectos de vida se dialogan, se planifican, se organizan, siempre en función de la pareja, y no de uno de ellos. Cuando no hay acuerdo en la manera de encarar el proyecto de vida, y uno de ellos impone su visión de vida al otro, la libertad se pierde y el matrimonio se convierte en cárcel, provocando una sensación de frustración que a la larga sale muy cara.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: 
LAZOS DE AMOR

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