Rutina que no es vida

“Se la repetirás a tus hijos, les hablarás de ellas tanto si estás en casa como si vas de viaje, así acostado como levantado” (Deuteronomio 6:7)

Hay rutinas que son necesarias tal como las que narra el versículo de esta reflexión, repetirle a los hijos de manera constante la voluntad de Dios y sus bendiciones. Repetir una y otra vez será la única forma en que podrán recordar más adelante la bendición de Dios en sus vidas. Es, en este caso, rutina para vida.

Sin embargo, hay otros actos rutinarios que quitan vida a la vida, son aquellos que realizamos una y otra vez sin darnos el trabajo para criticarlos ni la valentía para dejarlos. Por ejemplo, estar en un trabajo que odiamos, ir todos los días a trabajar sabiendo que aquello nos está matando por dentro, es una forma lenta de morir, eso no es vida, tarde o temprano termina siendo muy desgastante tener que lidiar con esa rutina que mata.

Otras rutinas negativas son aquellas constituidas por hábitos mal sanos que nos causan enfermedades y nos provocan males que podrían haberse evitado con un cambio de hábitos inteligente.

Muchas parejas están absortas en rutinas de muerte. Hábitos que no les permite vivir de manera adecuada. Trabajar hasta matarse para tener “lo mejor”, pero no se dan cuenta que en el trayecto se pierden de construir una vida de entusiasmo, alegría y convivencia sana. Los días se le van en hacer sin detenerse para ser. En esos casos, es preferible vivir con menos comodidades, pero tener el privilegio de dedicar tiempo para construirse como pareja, eso hará más por su vida que trabajar como enfermos para comprar el auto del año. Uno de 10 años funcionando bien, puede ser tan efectivo como el que salió en el último mes.

La vida se pasa muy rápido y antes de tener tiempo para reflexionar se han perdido cosas importantes. Un padre me decía con un dejo de tristeza:

—Les di a mis hijos todo lo que necesitaban, creía yo, pero no les di mi presencia, y me arrepiento cada día. El sentirlos tan lejanos es un precio muy alto por lo que les entregué.

Eso no es vida. Es una rutina que mata y no permite a las personas crecer como debieran.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: 
LAZOS DE AMOR

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