“Si lo que se proponen y hacen es de origen humano, fracasará” (Hechos 5:38)
El miedo al fracaso inmoviliza, hace que las personas autoboicoteen sus propios esfuerzos para salir adelante. Nada hay más letal que el miedo al fracaso, porque convierte a sus víctimas en timoratos que no logran avanzar, porque han condicionado su mente para no hacerlo.
El fracaso comienza y termina en la mente. De hecho, con los deportistas de elite, suelen trabajar psicólogos quienes los preparan para tener una mente fuerte y no permitir que pensamientos de derrota entren en su mente y les impidan avanzar de manera adecuada.
El fracaso no es el fin. Suelo decirles a las personas que tienen conflictos porque han condicionado su mente para el fracaso, imagina lo peor que podría sucederte si das el paso que tanto temes, y luego, sitúate en esa circunstancia, ¿qué podría pasar? Evalúa tus opciones.
Cuando hacen el ejercicio, se dan cuenta que lo peor que les puede ocurrir no es tan terrible como supusieron, y que en el fondo, se han estado limitando por su propia mente.
Los cristianos son los que menos deberían temer al fracaso. Porque no están solos. Es lo que dice el versículo de hoy, si lo que proponemos para nuestra vida no cuenta con el aval de Dios, fracasará, pero si no, seguirá adelante y tendremos éxito.
—¿Qué hacer frente al fracaso? —Me preguntó un joven emprendedor de 24 años que es dueño de varias tiendas de calzado y que tiene una empresa de construcción de muebles.
—Simple —le dije— analiza las razones del fracaso y luego, vuelve a comenzar.
Las personas de éxito se levantan una y otra vez. Nadie está inmune al fracaso. No se ha inventado la fórmula para no fracasar. Pero, lo que determina el rumbo de una vida, está vinculado esencialmente a la actitud que se asume frente a las derrotas.
Hay personas que fracasan y se levantan. Otros en la misma situación se hunden. No es la circunstancia la que determina, sino la actitud que se asume frente al hecho. Cuando aprendemos que es la mente la que controla lo que llegamos a ser, entonces, trabajamos nuestros pensamientos.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito:
SUPERANDO OBSTÁCULOS
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